Trabajo, consumismo y nuevos pobres.
La revisión de las obras de Zigmunt Bauman adquiere singular importancia en esta nueva coyuntura en la que se supone nuevos cambios en la modernidad.
Zigmunt Bauman |
Sobre este tema les adjunto el escrito: Modernidad líquida y fragilidad humana; de Zygmunt Bauman a Sloterdijk, de Adolfo Vasquez Roca.
También consultar: Bauman
La postmodernidad y sus descontentos de Zygmunt Bauman:
En esta obra el autor rastrea la fenomenología de las nuevas formas del malestar segregadas por las actuales pautas de comportamiento cultural, y la relación de éstas con las nuevas formas de funcionamiento del capitalismo contemporáneo. La construcción del extraño en las sociedades occidentales y su relación con los sueños de pureza y racionalidad de la modernidad; la crisis del Estado de bienestar y su devolución a las clases subalternas en forma de incremento de complejo penitenciario; el temor ante la pobreza experimentado por los estratos aparentemente a salvo de la brutalidad del actual sistema social y su relación intrínseca con la aceptación por éstos de las formas estructurales de exclusión y marginación; el significado del arte posmoderno y la crisis de las vanguardias como proyecto eminentemente moderno; las nuevas formas de sexualidad y la patologización renovada del deseo y el placer; la vivencia de la muerte y la inmortalidad, y las formas de la religiosidad posmodernas: he aquí algunas líneas de reflexión que definen el excelente análisis realizado por el autor en las páginas del presente libro.
En esta obra el autor rastrea la fenomenología de las nuevas formas del malestar segregadas por las actuales pautas de comportamiento cultural, y la relación de éstas con las nuevas formas de funcionamiento del capitalismo contemporáneo. La construcción del extraño en las sociedades occidentales y su relación con los sueños de pureza y racionalidad de la modernidad; la crisis del Estado de bienestar y su devolución a las clases subalternas en forma de incremento de complejo penitenciario; el temor ante la pobreza experimentado por los estratos aparentemente a salvo de la brutalidad del actual sistema social y su relación intrínseca con la aceptación por éstos de las formas estructurales de exclusión y marginación; el significado del arte posmoderno y la crisis de las vanguardias como proyecto eminentemente moderno; las nuevas formas de sexualidad y la patologización renovada del deseo y el placer; la vivencia de la muerte y la inmortalidad, y las formas de la religiosidad posmodernas: he aquí algunas líneas de reflexión que definen el excelente análisis realizado por el autor en las páginas del presente libro.
Los análisis de Bauman giran en torno a la vida cotidiana y a la aceleración de los cambios sociales bajo las marcas de la globalización y la posmodernidad. Transformaciones que acentúan la disolución de las instituciones sociales, la inducción del individualismo como debilitamiento de lo colectivo y la prevalencia del relativismo ético de los intereses comerciales.
En Modernidad líquida advierte que lo persistente, lo duradero, lo sólido son valores del pasado. El tiempo de la modernidad líquida es fluido, cambiante, diluyente... está desregulado, propende a la privatización del espacio público, a la desaparición del público en estado sólido, que es su dimensión social organizada, y a la fluidez del individuo. Conceptos que Bauman traslada al plano de las relaciones personales, a la dilución de los vínculos afectivos estables, víctimas de la esterilización afectiva a la que conduce la comercialización de la vida, en Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos.
La lectura crítica de Bauman nos lleva a una sociedad sitiada por los medios de comunicación y la construcción de un imaginario atomizado, donde el individuo carece de fuerza. En el tiempo de la posmodernidad, la ética tiene una naturaleza relativista, acomodaticia, que varía en función de los valores dominantes de la economía, en la que desaparecen conceptos como las obligaciones sociales, el compromiso solidario, la notición de humanidad, en una especie de crepúsculo del sentido del deber.
Los medios de comunicación y, en especial, la televisión, dependientes e integrados en las esferas del poder económico, crean la nueva atmósfera, la hegemonía dictada por la inducción del individualismo. Por ello, la crítica no es sobre la televisión o los medios en sí, sino sobre la sociedad que produce ese sistema de medios.
Los medios de comunicación y, en especial, la televisión, dependientes e integrados en las esferas del poder económico, crean la nueva atmósfera, la hegemonía dictada por la inducción del individualismo. Por ello, la crítica no es sobre la televisión o los medios en sí, sino sobre la sociedad que produce ese sistema de medios.
En este link se presenta una referencia a la obra de Zygmunt Bauman en relación a los dogmas de la teoría de la posmodernidad: Teoría de la posmodernidad.
Adjunto también una revisión del libro Legisladores e Interpretes.
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