30 de noviembre de 2011

Teorías del lenguaje:

AUTOR    TEORÍA

JEAN PIAGET    Piaget destaca la prominencia racional del lenguaje y lo asume como uno de los diversos aspectos que integran la superestructura de la mente humana. El lenguaje es visto como un instrumento de la capacidad cognoscitiva y afectiva del individuo, lo que indica que el conocimiento lingüístico que el niño posee depende de su conocimiento del mundo.
Su estudio y sus teorías se basan en las funciones que tendría el lenguaje en el niño. Para Piaget las frases dichas por los niños se clasifican en dos grandes grupo: las del lenguaje egocéntrico y las del lenguaje socializado; estas a su vez se dividen en las siguientes categorías:
•    Lenguaje Egocéntrico: Repetición o Ecolalia.
El monólogo.
El monólogo colectivo.
•    Lenguaje Socializado: La información adaptada.
La crítica.
Las órdenes, ruegos y amenazas.
Las preguntas.
Las respuestas.

LENGUAJE EGOCÉNTRICO:
Se caracteriza porque el niño no se ocupa de saber a quién habla ni si es escuchado.  Es egocéntrico, porque el niño habla más que de sí mismo, pero sobre todo porque no trata de ponerse en el punta de vista de su interlocutor.  El niño sólo le pide un interés aparente, aunque se haga evidente la ilusión de que es oído y comprendido.
1.    Repetición o Ecolalia: el niño repite sílabas o palabras que ha escuchado aunque no tengan gran sentido para él, las repite por el placer de hablar, sin preocuparse por dirigirlas a alguien. Desde el punto de vista social, la imitación parece ser una confusión entre el yo y el no-yo, de tal manera que el niño se identifica con el objeto imitado, sin saber que está imitando; se repite creyendo que se expresa una idea propia.
2.    El monólogo: el niño habla para sí, como si pensase en voz alta. No se dirige a nadie, por lo que estas palabras carecen de función social y sólo sirven para acompañar o reemplazar la acción. La palabra para el niño está mucho más ligada a la acción que en el adulto. De aquí se desprenden dos consecuencias importantes: primero, el niño está obligado a hablar mientras actúa, incluso cuando está sólo, para acompañar su acción; segundo, el niño puede utilizar la palabra para producir lo que la acción no puede realizar por sí misma, creando una realidad con la palabra (fabulación) o actuando por la palabra, sin contacto con las personas ni con las cosas (lenguaje mágico).
3.    Monólogo en pareja o colectivo: cada niño asocia al otro su acción o a su pensamiento momentáneo, pero sin preocuparse por ser oído o comprendido realmente. El punto de vista del interlocutor es irrelevante; el interlocutor sólo funciona como incitante, ya que se suma al placer de hablar por hablar el de monologar ante otros. Se supone que en el monólogo colectivo todo el mundo escucha, pero las frases dichas son sólo expresiones en voz alta del pensamiento de los integrantes del grupo, sin ambiciones de intentar comunicar nada a nadie.

LENGUAJE SOCIALIZADO:
1.    La Información Adaptada: el niño busca comunicar realmente su pensamiento, informándole al interlocutor algo que le pueda interesar y que influya en su conducta, lo que puede llevar al intercambio, la discusión o la colaboración. La información está dirigida a un interlocutor en particular, el cual no puede ser intercambiable con el primero que llega, si el interlocutor no comprende, el niño insiste hasta que logra ser entendido.
2.    La crítica y la Burla: son las observaciones sobre el trabajo o la conducta de los demás, específicas con respecto a un interlocutor, que tienen como fin afirmar la superioridad del yo y denigrar al otro; su función más que comunicar el pensamiento es satisfacer necesidades no intelectuales, como la combatividad o el amor propio. Contienen por lo general, juicios de valor muy subjetivos.
3.    Las órdenes, ruegos y amenazas: el lenguaje del niño tiene, principalmente, un fin lúdico. Por lo tanto, el intercambio intelectual representado en la información adaptada es mínimo y el resto del lenguaje socializado se ocupa, principalmente, en esta categoría. Si bien las órdenes y amenazas son fáciles de reconocer, es relevante hacer algunas distinciones. Se les denomina "ruegos" a todos los pedidos hechos en forma no interrogativa, dejando los pedidos hechos en forma interrogativa en la categoría preguntas.
4.    Las Preguntas: la mayoría de las preguntas de niño a niño piden una respuesta así que se les puede considerar dentro del lenguaje socializado, pero hay que tener cuidado con aquellas preguntas que no exigen una respuesta del otro, ya que el niño se le da solo; estas preguntas constituirían monólogo.
5.    Las respuestas: son las respuestas dadas a las preguntas propiamente dichas (con signo de interrogación) y a las órdenes, y no las respuestas dadas a lo largo de los diálogos, que corresponderían a la categoría de "información adaptada". Las respuestas no forman parte del lenguaje espontáneo del niño: bastaría que los compañeros o adultos hicieran más preguntas para que el niño respondiera más, elevando el porcentaje del lenguaje socializado.

En conclusión el lenguaje egocéntrico va disminuyendo con la edad. Hasta la edad de 7 años, los niños piensan y actúan de un modo más egocéntrico que los adultos.

El porcentaje del lenguaje egocéntrico depende de la actividad del niño como de su medio ambiente. En general, el lenguaje egocéntrico aumenta en actividades de juego (especialmente el de imaginación) y disminuye en aquellas actividades que constituyan trabajo. Con respecto al medio social, el lenguaje egocéntrico disminuirá cuando el niño coopere con otros o cuando el adulto intervenga sobre el habla del niño, exigiendo el diálogo.

EDADES: Para Piaget los en los niños menores de 7 años sólo existe comprensión en la medida que se encuentren esquemas mentales idénticos y preexistentes tanto en el que explica como en el que escucha.
Después de los 7 u 8 años del niño, cuando comienza su verdadera vida social, comienza el verdadero lenguaje

ENFOQUE COGNITIVO:
Posición Constructivista: Las estructuras de la inteligencia incluyen el desarrollo del lenguaje. El sujeto tienen un papel activo en el desarrollo de la inteligencia, en la construcción cognitiva, si un sujeto no interactúa no desarrolla la inteligencia ni el lenguaje.
Piaget ha denominado etapa de las operaciones concretas al período que va de los siete a los once años de edad. El niño en esta fase se caracteriza por la habilidad que va adquiriendo con la percepción de los distintos aspectos o dimensiones de una situación y el entendimiento de cómo tales aspectos o dimensiones se relacionan. El pensamiento presta ahora más atención a los procesos que a los estados. Tales cambios capacitan al niño para manipular conceptos, especialmente si las cosas e ideas que éstos implican no son ajenos a su realidad.
Del mismo modo, el habla del niño se hace menos egocéntrica en la medida en que aumenta en él la necesidad de comunicarse y la obligación de reconocer la importancia de su oyente. Esta situación es diferente de la que verbalmente se caracteriza el niño en la etapa anterior o pre-operacional (de 4 a 7 años), en la que el niño trata de satisfacer más sus propias necesidades verbales que las de su oyente. La mayor parte del habla de un niño en esta fase no tiene, según Piaget, intención comunicacional. Así, la actuación verbal tiende a ser repetitiva o de monólogo individual o colectivo.
Las etapas de Piaget son las siguientes:
1.   
2.    Etapa sensorio-motora (0 a 24 meses):
•    Es anterior al lenguaje.
•    Se contempla la existencia de un período holofrástico, e incluso el final de la misma dada por las primeras manifestaciones simbólicas.
3.    Etapa Preoperativa (2 a 7 años):
•    Los esquemas comienzan a ser simbolizados a través de palabras (habla telegráfica).
•    La última parte de esta etapa supone el surgimiento de la socialización.
•    El lenguaje alcanza un grado de desarrollo notorio. Aparición de las primeras oraciones complejas y uso fluido de los componentes verbales.
4.    Etapa de Operaciones Concretas (7 a 12 años):
•    Adquisición de reglas de adaptación social.
•    Se aprende que es posible transformar la realidad incluso a través del lenguaje.
5.    Etapa de Operaciones Formales (12 a 15 años):
•    Surgen verdaderas reflexiones intuitivas acerca del lenguaje, juicios sobre aceptabilidad y/o gramaticalidad de oraciones tratándose de una intuición consciente.

JAKOBSON    No está de acuerdo con las etapas, ya que considera que las vocalizaciones en el período prelingüístico no tienen relación con las de las primeras palabras y su subsiguiente desarrollo fonológico.
Observa un período silencioso entre las dos etapas.

JESPERSEN    Considera el balbuceo como una exploración de los sonidos que hacen los niños, pero el habla como una forma nueva y se trataba de la ejecución de otro tipo de sonidos.

MOWRER    Con una visión más conductista considera que el balbuceo estaba compuesto pro todos los sonidos posibles de la fonación natural y que debido al contacto con los adultos del entorno, sólo se reforzaban y permanecían los sonidos de las propias lenguas.

LOCKE    Observó que el 95% de los balbuceos a los 11 meses se basan en 12 consonantes; p, t, k, b, d, g, m, n, s y las semivocales w y j o la aspirada h, y que la estructura CV, generalmente repetida, era predominante.

BARRERA LINARES    Partiendo de que el hombre nace para hacer uso del lenguaje y construir el pensamiento y que gracias a ello es lo que es, para Linares es más pertinente considerar todo el proceso como un solo y único período en la vida, caracterizado eso si por varios estados particulares:
1.    Estado Inicial de interacción con el medio (y reconocimiento del mismo), más o menos pertinente a los tres primeros meses de vida (y aquí la edad no es más que una referencia pedagógica) y asociado a la emisión del llanto y el gorjeo.
2.    Estado de activación del Dispositivo para la Adquisición del Lenguaje (DAL), correspondiente a lo que tradicionalmente ha sido considerado como el período de balbuceo.
3.    Estado correspondiente a las primeras conformaciones simbólicas de la realidad, a partir de la doble articulación del lenguaje (primeros signos lingüísticos, centrados en la recreación de referentes propios del ambiente físico y de la conducta de los adultos).
4.    Estado de la consolidación de la gramática básica de la lengua particular que se está adquiriendo, relacionado con todos los componentes formales y funcionales del lenguaje.
5.    Estado de la instauración de las estructuras más complejas de la lengua materna, también inherente a los distintos componentes formales y funcionales, pero con particular énfasis en el inicio del dominio de las reglas pragmáticas, generadas sobre la base del incremento de intercambio verbal con miembros de la comunidad lingüística distintos a los del entorno familiar.
6.    Estado de consolidación y reajuste de las competencias pragmáticas y discursivas, marcado por un acceso a los niveles más abstractos del lenguaje (formas discursivas variadas y complejas).

Cada estado implica la preparación de las condiciones sociolingüísticas y cognoscitivas requeridas como mínima base para el paso siguiente. Todos serían acumulativos, no excluyentes, ni evitables. También es probable que a partir de del segundo, cada estado se relacione de manera relevante con algún orden discursivo específico.

STERN Y STERN (1.907), LEOPOLD (1934 – 3949), MONTES GIRALDO (1.971, 1.974) Y HERNÁNDEZ PINA (1.984)    ESTUDIOS DIARISTAS: Los trabajos de este período se caracterizan por las llamadas "biografías de bebés", elaboradas por sus propios padres. Se distinguen por ser altamente subjetivos sin orientación teórica específica. No se atiende mucho a las condiciones particulares del ambiente. Para ellos la lengua se desarrolla a partir de ciertas condiciones estimuladas por la influencia del medio.

SMITH (1.926)    Orientado hacia la longitud oracional y la medición del vocabulario.

HALLIDAY    Para Halliday la adquisición de una lengua consiste en el dominio progresivo del potencial funcional, que se incrementa hasta una tercera etapa, en el cual se registran ya funciones características del lenguaje adulto.
Esta teoría se basa en que el significado es un factor determinante de los inicios del lenguaje infantil, en que los procesos interactivos son quienes explican este lenguaje. El significado y el proceso netamente interactivo constituyen los dos pilares en que se sustenta esta teoría, por lo que Halliday concluye que las condiciones en que aprendemos la lengua, en gran medida están determinados culturalmente. Se conoce como parte de la psicología social.

El aprendizaje de la lengua consiste en el dominio progresivo de las macrofunciones o funciones básicas señaladas y la formación de un potencial semántico con respecto a cada uno de tales componentes funcionales.
Propone siete alternativas básicas en la etapa inicial del desarrollo lingüístico de un niño normal:
1.    Instrumental: "yo quiero", para la satisfacción de necesidades materiales.
2.    Regulatoria: "haz como te digo", para controlar el comportamiento de otros.
3.    Interaccional: "tu y yo", para familiarizarse con otras personas.
4.    Personal: "aquí estoy yo", para identificarse y expresarse a sí mismo.
5.    Heurística: "dime por qué", para explorar el mundo circundante y el interno.
6.    Imaginativa: "vamos a a suponer", para crear un mundo propio.
7.    Informática: "tengo algo que decirte", para comunicar nueva información.
Lo realmente importante no es que el niño haya adquirido esta o aquella función sino que haya internalizado el hecho de que el lenguaje sirve para esos propósitos, que sepa que es bueno hablar.

Halliday considera que el proceso de adquisición de una lengua, el individuo cumple tres fases:

1.    Primera Fase: (1 a 15 meses): Domina las funciones básicas extra-lingüísticas. Funciones que corresponden con usos de la lengua simple, no integrados y necesarios para la transición al sistema adulto, por considerarse universales culturales. Las funciones en esta fase son discretas y su aparición ocurre rigurosamente en el orden señalado. Desarrolla una estructura articulada en expresión y contenido. Los sonidos producidos no coinciden y los significados no son identificables.

2.    Segunda Fase: (16 – 22 meses): Transición del lenguaje del niño al primer lenguaje del adulto. Se divide en dos etapas:
•    La Macética o de "aprender": conjunción de las funciones personal y heurística, que se refiere al proceso de categorización y conocimiento del entorno.
•    La pragmática o de "hacer": en la que se conjugan la instrumental y la reguladora. El niño por medio del lenguaje satisface las necesidades básicas de comunicación y le sirve para conectarse con el medio ambiente. Significa el primer paso hacia el uso "informativo" de lengua. El diálogo, factor de importancia capital para la teoría de Halliday, implica formas puramente lingüísticas de interacción social y al mismo tiempo ejemplifica el principio general por el que las personas adoptan papeles, los asignan o rechazan los que se asignan.

3.    Tercera Fase (22 meses en adelante):El niño entra en una fase que supone la adecuación del lenguaje infantil a la lengua del adulto. Ya no se dará una correspondencia unívoca entre función y uso, se caracteriza por una pluralidad funcional. Aparecen tres nuevas funciones:
•    Ideativa: para expresar contenidos, producto de la experiencia del hablante y su visión del mundo real (utilización del lenguaje para aprender).
•    Interpersonal: opera para establecer y mantener las relaciones sociales.
•    Textura: es el mensaje lingüístico en sí mismo. Proporciona al hablante la posibilidad de utilizar adecuadamente los potenciales de significado y de organizarlos de modo coherente. Domina un sistema multi-funcional, ya que sabe como asignar los significados.


SKINNER    CONDUCTISTA: Sostiene que el lenguaje es una conducta adquirida en un proceso gradual de reracionamiento responsivo reforzado. Skinner ha reexaminado el campo de la actividad humana verbal basándose en conocimientos sólidamente a través de la minuciosa experiencia con animales y hombres. Su marco de referencia conceptual no hace especial hincapié en la noción de forma (como es tradición en estudios de tipo lingüísticos), sino sobre la función.

Skinner rechazó que el lenguaje se utilizara para comunicarse. En lugar de eso propuso que para entender el habla, la escritura y otros usos del lenguaje, primero que nada debían de reconocer que son formas de conductas. Más aun, propuso que la conducta verbal no es diferente en lo esencial de cualquier otra forma de conducta. La conducta verbal se aprende en términos de relaciones funcionales entre la conducta y los eventos ambientales, particularmente de sus consecuencias. Es el ambiente social lo que refuerza la conducta verbal.

Skinner, de igual manera, no afirmó nunca que el lenguaje pueda ser aprendido solamente a partir de la imitación del habla adulta. Tampoco proclamó la necesidad de que todas las emisiones infantiles sean reforzadas. Señaló que el lenguaje está considerado por unidades que pueden dar lugar a nuevas combinaciones. Skinner apuntó las limitaciones de los mecanismos generales anteriormente señalados para dar cuenta de la naturaleza productiva del lenguaje.

En Verbal Behavior, Skinner plantea que: La conducta verbal se caracteriza por ser una conducta reforzada a través de la mediación de otras personas, en la actividad del escucha. Las conductas del hablante y el escucha conforman juntas lo que podría denominarse un episodio completo.

De manera general se puede decir que Skinner:
1.    Reemplaza la idea de lenguaje como entidad (algo que la persona adquiere y posee) y como instrumento (herramientas para expresar ideas y estados mentales). La conducta verbal se estudia como cualquier otra conducta. Su particularidad es ser reforzada por sus efectos en la gente (primero en otra gente, pero eventualmente en el mismo hablante). Como resultado, está libre de las relaciones espaciales, temporales y mecánicas que prevalecen entre la conducta operante y las consecuencias no sociales.
2.    Se opone al mentalismo. Rechaza la concepción del lenguaje como usar palabras, comunicar ideas, compartir el significado, expresar pensamientos, etc. El lenguaje como conducta es objeto de estudio por su propio derecho, sin apelar a algo más.
3.    Se opone a la causalidad mecanicista del modelo de estímulo-respuesta. La conducta verbal es de tipo voluntario (operante), es seleccionada por sus consecuencias ambientales, y se investiga por análisis funcional, partiendo de la descripción de la contingencia de tres términos.
4.    La particularidad de la conducta verbal respecto a otras operantes, es que las consecuencias de la conducta del hablante están mediadas por otras personas. Las variables controladoras son sociales: la conducta de otros, controla la conducta verbal del hablante.
5.    En vez de considerar el lenguaje como un conjunto de palabras que refieren a objetos, el significado de las palabras se investiga en términos de las variables que determinan su ocurrencia en una instancia particular. El significado se comprende al identificar las variables que controlan la emisión.
6.    Propone el concepto de "conducta gobernada por reglas". Dentro de la conducta operante diferencia dos subclases: "conducta moldeada por las contingencias" (CMC) y "conducta gobernada por reglas" (CGR). La CGR ocurre cuando el individuo actúa de acuerdo a reglas explicitas, consejos, instrucciones, modelos de actuación, planes, máximas, etc.
7.    Las "reglas" son estímulos que especifican contingencias. De manera directa o por implicación de la experiencia previa, la regla especifica una consecuencia ambiental de ciertas conductas (por ejemplo: "quienes aprueban con 7 no rinden examen final"). Funcionan como estímulos discriminativos.
8.    El efecto de una regla sobre un individuo depende de la historia de aprendizaje de ese individuo respecto a la conducta (operante) de "seguir reglas". Una persona seguirá reglas en la medida en que la conducta previa en respuesta a estímulos verbales similares (reglas, consejos) haya sido reforzada. Por eso, la selección por consecuencia es central para la CGR, aunque de manera menos directa que en la CMC. La mayoría de las conductas humanas son producto tanto de contingencias como de reglas.


VIGTOSKY:    TEORÍA COGNOSCITIVA:
Sostiene que el lenguaje y el pensamiento están separados y son distintos hasta los dos años aproximadamente, tiempo a partir del cual ambos coinciden en un nuevo tiempo de compartimiento. En este momento el pensamiento empieza a adquirir algunas características verbales y el habla se hace racional, manipulándose como educto expresivo que es el pensamiento.

Vigotsky no solo examina el aspecto de las funciones desde el punto biológico, también cultural, tomando al lenguaje como una herramienta para el ser humano de comunicación social. Plantea que la palabra codifica la experiencia, la cual es producto del trabajo del hombre, la palabra se encuentra ligada a la acción y tiene un carácter simpráxico hasta transformarse en un sistema de códigos independientes de la acción. Para Vigotsky la palabra da la posibilidad de operar mentalmente los objetos, donde cada palabra cuenta con un significado específico para el contexto situacional.

Actos de habla: significado y fuerza ilocutiva.
Bibliografía: Acero, Bustos. Introducción a la filosofía del lenguaje Cátedra 1996

L. Wittgenstein fue el pensador que inició el giro de los estudios semánticos del lenguaje, que se podrían concretar en la pregunta ¿en qué consiste el significado, de una palabra, de una frase, de una oración? Hacia los estudios pragmáticos que quizás pudiésemos condensar en la cuestión ¿Cómo se usan tales y cuales palabras?
"El cuaderno azul" una de sus obras póstumas, se abre con nuestra pregunta inicial ¿Cuál es el significado de una palabra? Y responde: el problema filosófico de cuál pueda ser la naturaleza de los significados. Se trata de un pseudo problema: aténgase usted al uso o usos de las palabras, frases u oraciones que le atañen porque eso es lo único que importa, para comprender como es que un signo tiene vida.
La importancia que para el análisis filosófico ha demostrado posee la concepción del significado como uso ha sido incalculable.
Distingue, en lo que se refiere al uso de las palabras entre su gramática superficial "esa parte de su uso que uno diría, puede ser captada por el oído y su gramática profunda o gramática lógica que tiene que ver con las reglas que determinan cómo han de emplearse las palabras".

Teoría de los actos del habla (1911-60)


Fue J. Austin "How to do things with words" quien clasificó los actos del habla en locutivos, ilocutivos y perlocutivos.
[Cómo hacer cosas con palabras: Palabras y acciones (How to Do Things with Words). Barcelona: Paidós, 1982.]
Un acto locutivo es un acto consistente en decir algo. A su vez, todo acto de decir algo puede ser descompuesto en un acto fonético (emisión de sonidos) y un acto fáctico (esos sonidos se organizan acorde a un sistema gramatical) y un acto rético (esos sonidos se emiten con un sentido y una referencia, en el sentido de Frege)
Un acto ilocutivo a diferencia de un acto de decir algo, es un acto que se realiza al decir algo. Realizar un acto locutivo presupone realizar un acto ilocutivo.
Ejemplo: "El toro está a punto de embestir" es un acto locutivo en cuanto dice que un acto elocutivo, en cuanto avisa.
Un acto perlocutivo es un acto que uno realiza por el hecho de haber realizado un acto elocutivo, pero nada garantiza que todo acto ilocutivo vaya acompañado de un acto perlocutivo.

Filosofía del lenguaje
La filosofía del lenguaje es el estudio del lenguaje en sus aspectos más generales y fundamentales, como la naturaleza del significado, de la referencia, y la relación entre el lenguaje, los usuarios del lenguaje y el mundo. A diferencia de la lingüística, la filosofía del lenguaje se sirve de métodos no-empíricos (como experimentos mentales) para llegar a sus conclusiones.
[Blackburn, Simon W., «Philosophy of language» (en inglés), Encyclopædia Britannica Online, p. 1, consultado el 15 de junio de 2009]
En general, en la filosofía del lenguaje no se hace diferencia entre el lenguaje hablado, el escrito o cualquiera otra de sus manifestaciones, sino que se estudia aquello que es común a todas ellas.

La semántica es la parte de la filosofía del lenguaje (y de la lingüística) que se ocupa de la relación entre el lenguaje y el mundo.
[ Blackburn, Simon W., «philosophy of language», Encyclopedia Britannica Online, consultado el 3 de diciembre de 2009 ]

Algunos problemas que caen bajo este campo son el problema de la referencia, la naturaleza de los predicados, de la representación y de la verdad.
[Blackburn, Simon W., «Philosophy of language», Encyclopedia Britannica Online, consultado el 3 de diciembre de 2009 ]

En el Crátilo, Platón señaló que si la conexión entre las palabras y el mundo es arbitraria o convencional, entonces es difícil entender cómo el lenguaje puede permitir el conocimiento acerca del mundo.
[Blackburn, Simón W., «philosophy of language», Encyclopedia Britannica Online, consultado el 3 de diciembre de 2009]

Por ejemplo, es evidente que el nombre «Venus» pudo haber designado cualquier cosa, aparte del planeta Venus, y que el planeta Venus pudo haberse llamado de cualquier otra forma. Luego, cuando se dice que «Venus es más grande que Mercurio», la verdad de esta oración es convencional, porque depende de nuestras convenciones acerca de lo que significan «Venus», «Mercurio» y el resto de las palabras involucradas. En otro lenguaje, esas mismas palabras podrían, por alguna coincidencia, significar algo muy distinto y expresar algo falso. Sin embargo, aunque el significado de las palabras es convencional, una vez que se ha fijado su significado, parece que la verdad y la falsedad no dependen de convenciones, sino de cómo es el mundo. A este «fijar el significado» se lo suele llamar interpretación, y es uno de los temas centrales de la semántica.

Un problema ulterior en esta dirección es que si una interpretación se da en términos lingüísticos (por ejemplo: «Venus es el nombre del segundo planeta a partir del Sol»), entonces queda la duda de cómo deben interpretarse las palabras de la interpretación. Si se las interpreta por medio de nuevas palabras, entonces el problema resurge, y se hace visible una amenaza de regresión al infinito, de circularidad, o de corte arbitrario en el razonamiento (tal vez en palabras cuyo significado sea supuestamente autoevidente). Pero para algunos este problema invita a pensar en una forma de interpretación no lingüística, como por ejemplo el conductismo o la definición ostensiva.

La pragmática, por otra parte, es la parte de la filosofía del lenguaje que se ocupa de la relación entre los usuarios del lenguaje y el lenguaje. Algunas de las cuestiones centrales de la pragmática son la elucidación del proceso de aprendizaje del lenguaje, de las reglas y convenciones que hacen posible la comunicación, y la descripción de los muchos y variados usos que se le da al lenguaje, entre ellos: describir estados de cosas, preguntar, dar órdenes, contar chistes, traducir de un lenguaje a otro, suplicar, agradecer, maldecir, saludar, rezar, etc.
[Wittgenstein, Ludwig. «§23». Investigaciones filosóficas].



29 de noviembre de 2011

Ferdinand de Saussure: El signo Linguistico

 Revisar el lenguaje desde su punto de vista estructural es una actividad fundamental en el contexto de la epistemología. Posteo esta revisión por considerarla de utilidad en esta tarea.:
Fuente: http://comunicacion.idoneos.com/index.php/334377


Ferdinad de Saussure (1857-1913)

El signo lingüístico no vincula un nombre con una ‘cosa’ sino un concepto con una imagen acústica

Sausurre consideraba que la lingüística del siglo XIX no se cuestionaba profundamente qué es el lenguaje ni como funciona, decidió entonces abocarse a la investigación de éste, por sí mismo. En su Curso de Lingüística general Sausure propone dejar de lado el estudio del lenguaje desde una persepectiva histórica (filología) y analizarlo desde el punto de vista estructural.

El enfoque de Saussure, sostiene que todas las palabras tienen un componente material (una imagen acústica) al que denominó signficante y un componente mental referida a la idea o concepto representada por el significate al que denominó significado. Significate y significado conforman un signo.

Ampliando el horizonte de la lingüística

Ferdinad de Saussure relacionó a la lingüística con un estudio más general que los signos... identificó las características de la lengua como entidades mentales, subrrayó la creatividad del lenguaje, estableció una terminología que favorecía la definición precisa de términos generales, en lugar de la adopción de téminos técnicos, adoptó un sistema didáctico que recurría con frecuencia a las analogías tomadas de la música, el ajedrez, el montañismo o el sistema solar para describir mejor los rasgos del lenguaje. Estos logros, introducirán a la lingüística en el siglo XX...

Lengua y habla

Ocupados en el desarrollo histórico del lenguaje, los lingüistas tomaban como campo de estudio la lengua escrita. El punto de partida utilizado por Saussure fue pues, el de la individualidad del acto expresivo: la palabra hablada. Se presenta así la primera distinción teórica entre:

Lengua (el sistema): O lo que podemos hacer con nuestro lenguaje y;

Habla (el uso del sistema): O lo que de hecho hacemos al hablar.

En algunos idiomas, existen vocablos diferentes para referir estos dos conceptos, en inglés por ejemplo, se utilizan los términos "language" para significar "lengua" y "speech" para el habla. Sin embargo, pese a esta diferenciación conceptual, ningún lingüista antes había focalizado sus estudios desde esta perspectiva y la principal crítica de Saussure al enfoque tradicional de la lingüística.

Esta diferenciación teórica, requiere, consecuentemente, una definición de signo lingüístico que excluyera los sonidos efectivos del habla.

Significante y significado

La definición de signo lingüístico de Sausure incluye solo dos componentes y no es más compleja que la empleada en la nomenclatura que él mismo criticara debido a su simplismo. En efecto, admite la división del signo en dos partes, ya que considera que la división propuesta por la nomenclatura era atractiva, sin embargo, enfatizaba que debía evitarse sobresimplificar los procesos involucrados en el lenguaje.

Saussure, en su definición de signo, reemplazará el vocablo nombre, utilizada en la conceptualización de nomenclatura, por imagen acústica esto es, la imagen mental de un nombre, que le permite al hablante decirlo, y luego reemplazará a la cosa por el concepto. Es otras palabras, en su definición, une dos entidades que pertenecen al lenguaje eliminando el plano de la realidad de los objetos, esto es, los referentes sobre los cuales se emplea el lenguaje. Porque si tanto el significado como el significante son entidades mentales, es evidente que su marco teórico propone una ruptura entre el plano lingüístico y el plano del mundo externo a la mente.

Finalmente, esta definición de signo lingüístico se completará cuando le da el nombre de significante a la imagen acústica y significado al concepto mental con el que se corresponde dicha imagen acústica.

Cabe preguntarnos por qué Saussure eligió términos tan parecidos corriendo riesgo de confusiones conceptuales, aparentemente, consideró que la mínima diferencia formal entre ambos términos destacaría su contraste.

Principios de arbitrariedad y linealidad

El signo lingüístico es arbitrario en el sentido que la conexión entre significante y significado no se basa en una relación causal. La prueba de tal afirmación, reside en el hecho que las distintas lenguas desarrollaron diferentes signos, esto es, diferentes vínculos entre significantes y significados; de otra forma, sólo una lengua existiría en el mundo. Ahora bien, aún aceptando la arbitrariedad del signo en lo que respecta al vínculo entre significante y significado, es claro que esta conexión no es arbitraria para quienes usan una misma lengua, porque si esto fuera así, los significados no serían estables y desaparecería la posibilidad de comunicación.

El principio de arbitrariedad opera en forma conjunta con el segundo principio de Saussure que afirma que el significante siempre es lineal. Lo que significa que los sonidos de los cuales se componen los significantes, dependen de una secuencia temporal.

Saussure afirma que el funcionamiento del lenguaje depende de la linealidad y que esto tiene importantes consecuencias dado que la linealidad impide ver u oír varios significantes simultáneamente. Mientras que la linealidad del significante es una cadena, la arbitrariedad que entre ambas partes del signo es un vínculo único.

Inmutabilidad del signo

Al analizar el signo en relación a sus usuarios, Saussure observa una paradoja: la lengua es libre de establecer un vínculo entre cualquier sonido o secuencia de sonidos con cualquier idea, pero una vez establecido este vínculo, ni el hablante individual ni toda la comunidad lingüística es libre para deshacerlo. Tampoco es posible sustituir un signo por otro.

La lengua castellana podría haber elegido cualquier otra secuencia de sonidos para el significado que se corresponde con la secuencia C-L-I-M-A, pero una vez que dicho vínculo se ha consolidado, la combinación ha de perdurar. No es posible legislar sobre el uso de la lengua.

Mutabilidad del signo

Sin embargo, con el tiempo, la lengua y sus signos, cambian. Aparecen así, lentamente, modificaciones en los vínculos entre significantes y significados. Los significados antiguos se especifican, se agregan nuevos o se clasifican de modo diferente. Por ejemplo la palabra "ratón" adquiere un significado distinto en relación a las computadoras, en este caso, dos vínculos entre significado y significante coexisten simultáneamente.

Sincrónico y diacrónico

Saussure considera que no es posible describir plenamente un lenguaje si esto se hace de forma aislada en relación a la comunidad que hace uso de él y a su vez los efectos que el tiempo tiene sobre el lenguaje (su evolución).

Efectivamente, durante el transcurso del tiempo, el lenguaje evoluciona, lo que pone en evidencia que los signos cambian. En consecuencia, Saussure afirma que una lengua puede ser estudiada tanto en un momento particular como a través de su evolución en el tiempo. En este sentido, diferenciará dos modalidades respecto al uso del lenguaje:

Sincrónica: (syncronos, al mismo tiempo) Examina las relaciones entre los elementos coexistentes de la lengua con independencia de cualquier factor temporal. Permite describir el estado del sistema lingüístico, siendo esta descripción abarcativa de la totalidad de los elementos interactuantes en la lengua.

Diacrónica: (diacronos, a través del tiempo) Se enfoca en el proceso evolutivo y se centra en aquellos fragmentos que se corresponden con ciertos momentos históricos.

Para el lingüista que apunta a realizar una descripción completa de un lenguaje determinado, el análisis diacrónico y sincrónico, aunque esto no sea neceario para una comunidad lingüística. Esto significa que cuando se verbaliza el sistema de una lengua, solo intervienen elementos sincrónicos puesto que nadie necesita conocer la historia de una lengua para hacer uso de ella. Por otra parte, los factores diacrónicos no alteran al sistema como tal. Para explicar este punto, Saussure recurre a una metáfora planetaria, diciendo que si un planeta del sistema solar cambiara de peso y tamaño, tales cambios alterarían el equilibrio del conjunto en su totalidad, aunque de todas formas, el sistema solar, seguiría siendo un conjunto.

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Si bien los hechos sincrónicos y diacrónicos son autónomos, existe una relación de interdependencia entre ambos. No es posible conocer el estado de una lengua si no analizamos los cambios que sufrió.

Saussure dirá que el funcionamiento de una lengua es como el ajedrez. El ajedrez es, como el lenguaje, un grupo de valores diferentes que en conjunto, conforman un sistema completo. Las piezas del ajedrez interactuan igual que los elementos de un lenguaje en estado sincrónico. Cuando una pieza se mueve, el efecto es similar a un cambio lingüístico y este le incumbe al análisis diacrónico. Aunque el movimiento sea tan solo el de una pieza, este movimiento afectará a todo el sistema en su totalidad. El estado del tablero ha cambiado: es uno antes de la jugada, y se transforma en otro después, pero la movida, en sí misma, no pertenece a ninguno de esos dos estados (porque los estados son sincrónicos).

La lingüística sincrónica se ocupa de relaciones lógicas y psicológicas que vinculan los términos que coexisten en un sistema, la lingüística diacrónica se ocupa de términos que se reemplazan uno al otro cuando el sistema evoluciona, pero que no forman un sistema.

Forma y sustancia

Si el signo lingüístico no fuese arbitrario, los signos que componen el lenguaje estarían determinados mutuamente por algún elemento externo. El valor lingüístico está enteramente determinado por la existencia de relaciones y por ende, el signo debe ser arbitrario.

Saussure llama "forma pura" a la relación entre el significante y el significado, así como a la que existe entre los distintos signos. Lo hace para recordarnos que no es sino una relación.

El vínculo entre el sonido y el pensamiento en el signo lingüístico produce FORMA y no sustancia

Significación y valor

El lenguaje es un sistema de valores en el sentido en que todo signo lingüístico vincula sonidos e ideas. Si tal vínculo no existiera, sería imposible separar un pensamiento de otro. Los sonidos no se diferencian entre sí más que los pensamientos no expresados. La función del lenguaje no es crear un medio sonoro para expresar el pensamiento sino mediar entre el pensamiento y el sonido, de modo tal que el vínculo entre ambos dé por resultado unidades que se determinen mutuamente.

Existen para Saussure, dos tipos diferentes de significación, una que corresponde al signo tomado en forma aislada y otra, que surge de contrastar ambos signos. La primera clase de significación está subordina a la segunda y para destacar la diferencia la denomina valor lingüístico.

Contraste por valor lingüístico

El signo, en efecto, comunica un valor lingüístico el cual deriva de su contraste con otros signos con los que está vinculado. Por ejemplo: nieve, helado, hielo, glaciar. Cada una se entiende en la medida que se entiende la otra, porque podemos diferenciarlas una de otra. "Helado" no significa "nieve" y "hielo" no significa "glaciar", etc. El principio que distingue el valor del significado, distingue también las formas entre sí y crea el significado.

Contraste formal

A su vez, "nieve" significa lo que significa porque es diferente de "nave" y "nieto" porque poseen formas contrastantes. Si bien la diferencia sonora es mínima, esta es sufienciente para hacer de cada una un signo lingüístico diferente.

Diferencia y oposición

El motor del significado es la diferencia. Para la conformación de un sistema (que opera creando diferencias entre ideas e imágenes sonoras) no se requiere términos positivos. Este puede construirse sobre la base de la negación. Porque si analizamos significantes y significados de forma separada, observaremos que son diferencia pura. Sin embargo, en donde significante y significado confluyen, es donde hallamos el elemento positivo.

La forma de un signo difiere de la de otros signos como forma; el concepto difiere de otros como concepto. Pero el signo en tanto que signo, no difiere de otros signos. sino que se diferencia. La diferencia es algo que puede definirse apelando a un tercer término: La diferencia entre dos y tres es uno. Diferenciarse implica simplemente que dos no es igual a tres.

Relaciones lineales y relaciones asociativas

Entre los signos lo que hay pues, es oposición. En la lingüística sincrónica se distingue una oposición básica de dos tipos de relaciones:

Relaciones lineales: se refiere a los signos complejos o secuencias de signos con dos o más componentes, ordenados en una línea o secuencia significativa: montañas, las motañas, escalar las motañas, escalar las motañas nevadas, etc. .

Relaciones no lineales (formales) asociaciones de forma o de significado o de ambas cosas que los hablantes establecen de manera automática ante cualquier signo: montaña, cabaña, campaña, campiña, campo, campesino, etc.

26 de noviembre de 2011

Actualidad de Habermas, Bourdieu, Lévi Strauss, y Heidegger

Adjunto información reciente sobre la obra de estos pensadores que considero básica para la reflexión sobre temas de actualidad: La constitución europea en el contexto de su subdesarrollo, que enfrenta el problema de la libertad, la identidad, la memoria, y la existencia frente al contexto el mercado. La teoría del mundo social en este contexto conflictivo. El problema de la igualdad. El modelo wittgensteniano y el rechazo de la tradición y su pensamiento.


Publican nuevo libro de Jürgen Habermas: Sobre la Constitución de Europa. Un ensayo.

A la luz de la crisis europea, el sello editorial Suhrkamp ha lanzado la más reciente obra del filósofo y sociólogo alemán Jürgen Habermas. Zur Verfassung Europas. Ein Essay (Sobre la Constitución de Europa.
Un ensayo) es una defensa del proyecto de Unión Europea donde el autor, además de explicitar sus aspiraciones teóricas en la conformación de un gobierno mundial, ofrece nuevas herramientas de reflexión sobre la transnacionalización de la democracia, situando el proceso de unificación dentro de un contexto de codificación a largo plazo y civilización del poder estatal. En este sentido, el autor exhorta a los políticos a detener la reforma del proyecto europeo a puerta cerrada como se ha hecho hasta ahora.

Jurgen Habermas
Además del ensayo sobre la constitución europea, la publicación se complementa de otro texto titulado The Concept of Human Dignity and the Realistic Utopia of Human Rights (2010), así como tres escritos publicados por Jürgen Habermas desde el inicio de la actual crisis financiera.

Habermas ha sido reconocido con las más altas distinciones germanas, como son los premios Hegel (1974), Sigmund Freud (1976), Adorno (1980), Geschwister-Scholl (1985), Wilhelm-Leuschner (1985), Sonnig (1987), Karl Jaspers (1995), Theodor-Heuss (1999) y el de la paz Frankfurter Paulskirche (2001). Asimismo ha sido distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales (2003). Miembro de la Academia Alemana de la Lengua.

Es Doctor ‘honoris causa’, entre otras, de la New School for Social Research de Nueva York y de las universidades de Jerusalén, Buenos Aires, Hamburgo, Utrecht, Evanston, Atenas y Tel Aviv.

Habermas, en cuyas reflexiones se entremezcla el filósofo, el sociólogo, el comunicólogo, el psicólogo y el político, parte de una crítica del marxismo, pero no desde una posición ajena o alejada del pensamiento marxista -en Habermas no se ocultan las huellas del marxismo hegeliano y weberiano-, sino con una idea reconstructiva, regeneradora, restauradora de la racionalidad crítica. Concibe una comunidad de bienes sociales, de plena comunicación basada en el desarrollo de la cultura democrática, en la ética y el derecho. El marxismo, entiende Habermas, se había centrado en exceso en el plano material y económico, por lo que era necesario reconducirlo a través de la ética del discurso, mediante la acción comunicativa.

Es un exponente de lo que se ha dado en llamar la segunda generación del pensamiento crítico, nacido de la Escuela de Francfort, a la que Habermas apenas se acercó de la mano de Adorno. Sus debates polémicos en el seno del pensamiento germano no sólo le llevan a denunciar el ‘provincianismo’ y ‘elitismo’ de la tradición crítica, sino a abrir la reflexión al exterior, a hacer más permeable el pensamiento norteamericano y británico.

A través de la teoría de la acción comunicativa hace los trazados de una pragmática general y de una teoría universal de la sociedad. Busca reconstruir, mediante la expresión de los individuos, del lenguaje y la comunicación, un espacio de entendimiento y consenso, de aceptación y cooperación, como basamento de un nuevo pacto social. Su filosofía para la transformación social, por consiguiente de matriz sociológica, se apoya en la comunicación través de la filosofía del lenguaje. El lenguaje permite el conocimiento y la comprensión y se convierte así en el eje de la consciencia transformadora, de la innovación social. En el horizonte de la acción comunicativa resplandece una sociedad reflexiva y libre, que se une por el conocimiento y no por la imposición o el temor. Es la autonomía de la razón comunicativa. El triunfo del ágora. En el lenguaje, afirma Habermas, está la base de la democracia, porque permite una comunicación e interacción eficaz, equilibrada y libre.

Habermas en su análisis crítico de la ciencia distingue distintos planos en los que ésta se plasma, de modo que las ciencias empíricas se autosatisfacen en la lógica objetiva o en el plano técnico, mientras que en las ciencias sociales, mediante su lógica interpretativa, tienen un carácter liberador y de profundización en el progreso del ser humano.

Habermas advierte del valor ideológico y de discurso dominante que adquiere la ciencia y la técnica en la sociedad actual. Reflexión acerca de las consecuencias del positivismo científico, como resorte ideológico de la racionalidad del capitalismo avanzado. Una reducción del conocimiento al dominio técnico y, consecuentemente, una expulsión del conocimiento especulativo, de la razón reflexiva, como instrumentos propios de una etapa que se dice que ha sido superada.

La sociedad aparece descrita por dos planos superpuestos –el mundo de la vida y el sistema social-, cuyos perfiles están dibujados, respectivamente, por la racionalidad y la complejidad. La complejidad creciente del sistema social invade, condicióna y dirige el mundo de la vida, degradando sus atributos más significativos, como son la libertad, la identidad, la memoria, el sentido natural de la existencia. El sistema aparece descrito por el mercado y por el conjunto de instrumentos institucionales y estratégicos –en especial a través de los medios- que lo informan, con una fuerza envolvente que reduce el espacio público, la esfera cívica de la innovación, el margen de expresión de la cultura democrática.

Habermas se pregunta si es posible plasmar un sistema social en el que las inquietudes de la opinión pública, sus anhelos y proyectos, tengan una traslación al plano de la acción política, a la gestión. Esto es, si es posible superar la regulación administrativa de la democracia por una democracia autoconstructiva, guiada por la interacción comunicativa de los individuos que la integran.

Especial importancia tiene la posición de Habermas en la ‘cuestión de la modernidad’, que no queda resuelta, a su entender, con la ruptura ideológica de la racionalidad o el desarme postmoderno. Postmodernismo que el pensador alemán sitúa en el plano de las ideologías conservadoras, donde priman las ilusiones que entierran la dialéctica de la historia sin que aún, en la realidad social, se sinteticen los valores de la emancipación y del consenso o se alcance una comunidad de comunicación libre –‘comunidad ideal de comunicación’-, un espacio ético o un ‘mundo de la vida’ descrito por valores compartidos. La modernidad, como escenario meta o de superación de las contradicciones que marcan la historia, está lejos de alcanzar su efecto emancipador, al tiempo que el capitalismo avanzado oculta sus contradicciones con simulaciones de la realidad y liberaciones virtuales que hacen palidecer la observación crítica del tiempo presente.


Pierre Bourdieu y la teoría del mundo social


Pierre Bourdieu, el sociólogo que escribía con luz  
En Madrid se esta realizando una muestra fotográfica de alguien que no ha destacado precisamente como fotógrafo ya es noticia per se.
Dice una romántica teoría que las fotografías auténticamente buenas son las que le tocan a uno el alma, y no necesariamente las que ofrecen nitidez y color a raudales. Y Pierre Bourdieu era el ejemplo extremo de esta teoría: no sabía medir ni enfocar, no le gustaba revelar y apenas entendía su cámara fotográfica.

Bourdieu no era fotógrafo. O mejor dicho: era fotógrafo, pero malo. No cuidaba sus instantáneas como haría cualquier reportero; sin importarle encuadres, exposiciones o sensibilidad, retrataba a la gente, la sociedad, la vida… y luego se pasaba horas examinando el material resultante para sus investigaciones como sociólogo.
No es la fotografía de un artista. Bourdieu hace un trabajo político y social del que la imagen fija forma parte. La fotografía no es el centro de su trabajo, sino un apéndice más. Perfectamente prescindible, pero altamente enriquecedor para el todo.

En su juventud Bourdieu trabajaba como profesor en Argelia y presenció los últimos coletazos de una guerra que acabaría con el país independizado de Francia.
Pero a diferencia de los cronistas gráficos de la época, Bourdieu no buscó el morbo de la muerte ni la crudeza de la guerra; como buen sociólogo, retrató a una población civil que luchaba contra el capitalismo, renunciaba a sus raíces y abandonaba el campo para instalarse en los núcleos urbanos. No en vano, el lema de Bourdieu fue: "Ver para hacer ver, comprender para hacer comprender."

Racismo de clase

Antes de fallecer en 2002, el autor reflexionaba así sobre su trabajo: "En algunos casos, yo hacía las fotografías para poder recordar, para poder describir después. En otros casos, era una forma de mirar. Hay una sociología espontánea de la pequeña burguesía que ridiculiza a los que se van a hacer turismo con la cámara colgada al hombro y que terminan por no mirar los paisajes que fotografían. Siempre he pensado que se trata de racismo de clase."

Bourdieu también tuvo tiempo para criticar a los fotógrafos profesionales. Haciendo gala de su lado más social, el investigador se cuestionaba cómo era posible que los reporteros retratasen a la gente sin interesarse por su vida ni por sus circunstancias, trabajando "sin otro modelo que la categoría de lo pintoresco: tejedores en su oficio, mujeres volviendo de la fuente…"

Claude Lévi-Strauss

La fama de Lévi-Strauss comenzó con su libro Tristes trópicos  (un mundo en decadencia, 1961). En este y en su influyente libro siguiente, El pensamiento salvaje (1966), expresó su convicción de que, en su potencial, todos los hombres son iguales intelectualmente.Ver reseña en urbanoperu

Artistas recrean trabajo fotográfico de Claude Lévi-Strauss plasmado en Tristes Trópicos

Tristes  Trópicos

Pierre Bourdieu

"Nada es más sorprendente para aquellos que consideran que los asuntos humanos con mirada filosófica que ver la facilidad con la que se rige la mayoría (la mayoría) por la minoría (los pocos) y observar la implícita sumisión con la que el hombre revoca sus propios sentimientos y las pasiones de sus líderes. Cuando nos preguntamos por qué medios lo asombroso se hace, nos encontramos con que, como la fuerza está siempre del lado de los gobernados, los gobernantes no tienen nada más que el apoyo de la opinión. Por lo tanto,  esta máxima se extiende a los gobiernos más despóticos y militares, así como al más libre y más popular. "(David Hume en Pierre Bourdieu, Bourdieu, Seuil, colección Liber, 1997, p. 213)

Pierre Bourdieu

En ligne: Pierre Bourdieu, "méditations Wittgensteiniennes"

 "Il y a une ontologie rampante dans les sciences sociales et, s'agissant de la combattre, le modèle des modèles c'est évidemment Wittgenstein. Il y a mille usages possibles de Wittgenstein, mais un des plus utiles pour les spécialistes des sciences sociales, qui sont sans arrêt affrontés à des réifications de concepts (la famille, la nation, etc.), ce devrait être une sorte de réflexe professionnel de les soumettre à une critique que l'on peut associer à Wittgenstein." Pierre Bourdieu, in Lire les sciences sociales. volume 3, 1994-1996, Hermes science, 2000. P.208

Pierre Bourdieu, en las ciencias sociales. Volumen 3, 1994-1996, Hermes Science, 2000. p.208


Martín Heidegger

 Martin Heidegger (1889-1976) fue el filósofo más importante e influyente en la tradición continental en el siglo 20. Ser y tiempo, publicado por primera vez en 1927, fue su obra magna. No hay manera de entender lo que ocurrió en la filosofía continental después de Heidegger, sin llegar a un acuerdo con el Ser y el Tiempo. Además, a diferencia de muchos filósofos angloamericanos, Heidegger ha ejercido una gran influencia fuera de la filosofía, en áreas tan diversas como la arquitectura, el arte contemporáneo, la teoría social y política, la psicoterapia, la psiquiatría y la teología.

Sin embargo, debido a su compromiso político con el Nacional Socialismo en 1933, cuando asumió el cargo de Rector de la Universidad de Freiburg en el suroeste de Alemania, Heidegger continúa suscitando controversia en muchos contextos, a mi juicio por ignorancia y prejuicio.

De hecho, en mi opinión, la naturaleza y el alcance de la participación de Heidegger en el nacionalsocialismo sólo es filosóficamente pertinente una vez que se ha comenzado a entender y sentir el poder persuasivo de lo que ocurre en su obra escrita, especialmente en Ser y tiempo.

Una vez que se haya leído Ser y tiempo, entonces se puede comprender la naturaleza de la filosofía y sus riesgos y peligros al entrar en el ámbito político?
 
Ser y tiempo
Ser y Tiempo es una obra de considerable extensión (437 páginas en el original alemán) y la dificultad legendaria se debe al hecho de que Heidegger se propone la tarea de lo que él llama una "destrucción" de la tradición filosófica. La primera consecuencia es que Heidegger se niega a hacer uso de la terminología estándar de la filosofía moderna, con su discurso de la epistemología, la subjetividad, la representación, el conocimiento objetivo y el resto.

Heidegger tiene la audacia de volver a la mesa de dibujo e inventar un nuevo vocabulario filosófico. Por ejemplo, piensa que todas las concepciones del ser humano como sujeto, el yo, persona, conciencia o incluso una unidad mente-cerebro son rehenes de una tradición de pensamiento cuyos presupuestos no se han pensado suficientemente. Heidegger no es más que un pensador radical: un pensador que trata de excavar hasta las raíces de nuestra experiencia vivida del mundo en lugar de aceptar la autoridad de la tradición.

La preocupación de Heidegger por el ser humano es el Dasein, un término que puede ser traducido de diversos modos, pero que suele traducirse como "ser-ahí". La idea básica y muy simple, es que el ser humano no es, ante todo, un sujeto aislado, separado de un reino de los objetos que desea conocer. Somos más bien los seres que siempre están ya en el mundo, fuera y al lado de un mundo del que, en su mayor parte, no nos distinguimos.

Esto sucede también para muchos otros conceptos de Heidegger. A veces esto hace de Ser y tiempo, una lectura muy dura, que no es ayudada por el hecho de que Heidegger, más que ningún otro filósofo moderno, explota las posibilidades lingüísticas de su lengua materna, el alemán. Aunque Macquarrie y Robinson, en su edición 1962 Blackwell en Inglés, produjo uno de los clásicos de la traducción moderna filosófica, la lectura de El ser y el tiempo a veces puede sentirse como caminando por un lodo conceptual de estilo barroco y desconocido.

La idea básica

La idea básica de Ser y tiempo es muy simple: el ser es el tiempo. Es decir, lo que significa para un ser humano que ha de existir temporalmente en el tramo comprendido entre el nacimiento y la muerte. El ser es el tiempo y el tiempo es finito, que llega a su fin con la muerte. Por lo tanto, si queremos entender lo que significa ser un auténtico ser humano, entonces es esencial que constantemente proyecto de nuestra vida en el horizonte de nuestra muerte, lo que Heidegger llama "ser para la muerte".

Para Heidegger, la cuestión de la existencia de Dios o no-existencia no tiene relevancia filosófica. El yo sólo puede llegar a ser lo que realmente es a través de la confrontación con la muerte, haciendo un significado de nuestra finitud. Si nuestro ser es finito, entonces ¿qué significa ser humano consiste en tener en cuenta esta finitud, de "llegar a ser lo que uno es", en palabras de Nietzsche que a Heidegger le gustaba citar. Esta idea de la finitud se profundiza en los conceptos de conciencia y de lo que él llama "la temporalidad extática".



Heidegger, Ser y tiempo



¿Triunfo de la ideología empática del Mit-sein o fracaso de la Sorge?


Edith Stein y su crítica a Heidegger.



Filosofía contemporanea trata varias obras de Heidegger


Se ha escrito que con el fin de hacer filosofía en todo, primero hay que saber qué es la filosofía. Al igual que muchos otros filósofos, Martin Heidegger tiene una única respuesta a la pregunta "¿Qué es filosofía?" El trabajo que posteo examina los comentarios que Heidegger ha hecho de la naturaleza y del uso de la filosofía en forma sucinta y bien explicativa. El autor toma estos comentarios principalmente de tres de las obras de Heidegger, ¿Qué es la filosofía? 1, cuestiones básicas de Philosophy2, y el ser y el tiempo 3. En estas obras, Heidegger explica la forma correcta de llegar a una definición de la filosofía y los métodos y las actitudes con las que la filosofía debe proceder. El autor argumenta que en cada una de estas tres obras, Heidegger enseña que la filosofía se ocupa de hacer explícita nuestra pre-comprensión teórica del ser. Luego se refiere a la importancia del estado de ánimo filosófico, el asombro, (que también se describe como la ansiedad, la perplejidad y el asombro) para ayudar a hacer que este conocimiento sea explícito. También se refiere al valor que la filosofía tiene de una sociedad.


Derek Parfit


Finalmente una referencia a la última obra de Derek Parfit On What Matters (Sobre lo que importa).

El interés real de Parfit es la lucha contra el subjetivismo y el nihilismo. Este libro es un trabajo importante en filosofía moral, que continua la argumentación de su primer libro Reasons and Persons, que constituye una de las referencias icónicas de la filosofía del siglo veinte.

2011: On What Matters, Oxford University Press.

8 de noviembre de 2011

Mario Bunge: Informe sobre Beijin


31/10/11
 
Marta y yo acabamos de pasar 12 días intensos en Beijing, invitados por la Peking University. Nos asombraron los sitios habituales –la Gran Muralla, la Ciudad Prohibida y el Templo del Cielo– así como el ritmo mareador de la modernización. Tal como lo descubrió Marco Polo, Beijing es una metrópolis gigantesca repleta de gente. Pero también está empeñada en muchos grandes proyectos, tanto privados como públicos. Por ejemplo, tiene 11 líneas de subte y está construyendo otra más, y está plantando millones de árboles para parar la marcha del desierto. Sin embargo, todo parece andar suavemente y en paz. En particular, aunque el tráfico es tan denso como en Manhattan, fluye bien y los conductores son hábiles y corteses.

La comida es increíblemente variada, así como sana y deliciosa, muchísimo más que en los restaurantes chinos en el exterior. Todos los lugares públicos, de las aceras a los edificios, están limpios. También lo están los dos hospitales que visité debido a la herida que sufrí en el cuero cabelludo al poco de llegar. Casi toda la gente anda correctamente vestida y con gran variedad. Y los chinos parecen ser invariablemente corteses y pacíficos. El único espectáculo perturbador es la escasez de niños.

Marta y yo gozamos del tratamiento VIP, e hicimos presentaciones en la Universidad de Tsinhao. Yo también hablé en Peking University, en la Academia de Ciencias y en las Escuelas de Marxismo de la Peking University y del Partido Central (Nacional). Nuestros públicos eran atentos, curiosos y corteses. Nos dieron la bienvenida con inmensos ramos de flores y nos dieron recuerdos y nos agasajaron con comidas opulentas. En suma, hospitalidad oriental.

Aunque yo traté temas distintos en cada una de mis cinco conferencias, machaqué mi mensaje central en todas ellas: en China la filosofía no se ha movido junto con la economía, la técnica ni la ciencia. En efecto, el núcleo de su filosofía, la dialéctica, es falso en el mejor de los casos y en el peor es confuso por tanto incapaz de ser debatido racionalmente.

En particular, no es verdad que el conflicto sea la madre de todo cambio. Aunque hay competición y aún conflicto en todas partes, la cooperación tiene precedencia, como lo muestra la existencia de los sistemas dentro y entre los cuales emergen conflictos. Más aun, el culto del conflicto es políticamente suicida, ya que el rol principal del administrador de todo sistema social, sea cabeza de familia, empresario o dirigente político, no es exacerbar los conflictos sino resolverlos. Recuerden que la desastrosa Revolución Cultural (1966-1978) fue justificada por la idea de que la sociedad china, habiendo resuelgo sus principales "contradicciones", corría el peligro de estancarse, de donde la necesidad de darle una descarga para que siguiera avanzando.

De aquí mi exhortación: Descarten a Hegel y su dialéctica, y pongan al día al materialismo y al realismo con ayuda de la lógica y de las ciencias, tanto naturales como sociales. Admitan que estas ciencias se han desarrollado fuera del cajón marxista y que la mayoría de los filósofos marxistas han desempeñado un papel reaccionario al rechazar casi todos los avances científicos de su tiempo. Recuerden que Engels admiraba a Hegel pero depreciaba a Newton, y que se ensañó con Eugen Dühring, un aficionado desconocido, en lugar de escribir un Anti-Hegel. Avancen a partir de Marx y Engels: reemplacen el materialismo dialéctico por el materialismo científico y sistémico.

Mis conferencias fueron recibidas respetuosamente, y la mayoría de las preguntas que suscitaron fueron pertinentes e interesantes, aunque demasiado largas. (¡Qué contraste con a apatía filosófica porteña!) Más aun, mis oyentes expresaron admiración por la rapidez y el apasionamiento de mis respuestas. Presumiblemente, de un anciano se esperan lentitud y moderación, así como el evitar criticar a íconos y hacer bromas.

No sé qué impacto hayan tenido mis críticas, pero los dirigentes de las escuelas en las que hablé me aseguraron que mis intervenciones fueron exitosas, y me invitaron a repetir mi visita. ¿Mera cortesía china? Veremos. Al fin de cuentas, mi Materialismo científico apareció en chino el mismo año de la represión de la Plaza Tianamen, y el congreso del Partido, que se celebró al mismo tiempo que yo hablaba, se propuso reforzar la cultura china. Es posible, pues, que mi visita haya sido oportuna y bienvenida por los filósofos reformistas.

Uno de los organizadores de mi visita me aseguró que hay el propósito de traducir mis principales obras. ¿Incluirá este esfuerzo mi Filosofía política? ¿Por qué no? Casi todo parece posible en una civilización nacida hace 5.000 años y que sobrevivió las agresiones de mongoles, británicos, japoneses, gringos, filósofos dialécticos y otros. Pero la verdad es que los chinos están demasiado ocupados en salir de la miseria milenaria para apreciar las bondades de la libertad y la democracia.

Marta y yo les estamos agradecidos a Jason Chung, nuestro guía tan generoso como eficiente, así como a nuestros asistentes personales, la dulce Amy y el enérgico Sr Ho, por su ayuda afectuosa, en particular el empujar mi silla de ruedas.— Montreal, 25 octubre 2011

Mario Bunge es el más importante e internacionalmente reconocido filósofo hispanoamericano del siglo XX. Físico y filósofo de saberes enciclopédicos y permanentemente comprometido con los valores del laicismo republicano, el socialismo democrático y los derechos humanos, son memorables sus devastadoras críticas de las pretensiones pseudocientíficas de la teoría económica neoclásica ortodoxa y del psicoanálisis "charlacanista".  

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