Julián Marías Aguilera, fue un filósofo, sociólogo y ensayista español (1914-2005), tuvo como profesores a Javier Zubiri y a José Ortega y Gasset, de quien fue discípulo y amigo.
Ortega y Marías se conocieron en 1932. Fue el gran continuador e impulsor de la obra de su maestro, cuya idea de "razón vital" actualizó y amplió. Marías fue, asimismo, un gran estudioso de Unamuno.
La labor de Julián Marías es muy extensa y cubre desde el planteamiento de cuestiones filosóficas hasta el ensayo y la crítica literaria. En el campo estrictamente filosófico sigue la misma línea de Ortega; también para él la «razón vital» es el fundamento de su teoría, y así desarrolla y amplía muchos aspectos de la filosofía de su maestro. Como los autores de la Generación del 98, Marías es un hombre preocupado por la realidad y por el problema de España.
Uno de los mayores méritos de Marías estriba en que a pesar de ser silenciado y rechazado intelectualmente por las dos Españas, no sólo sobrevivió a las dos sino que las superó por elevación. Descubrió que la sola búsqueda sincera de la verdad le hizo libre y conciliador.
En una entrevista a los 90 años señala:
...echo de menos el conocimiento. Tengo la impresión de que poca gente se ha enterado. Quizá dentro de veinte años se entienda que he visto ciertas cosas con claridad. Por ejemplo, yo he trabajado mucho sobre el concepto de persona. Pero públicamente al menos nadie se ha enterado, desde luego no hay huella colectiva. Quizá existan personas que individualmente han comprendido mi obra. Tengo conciencia de haber dado pasos intelectualmente. De haber visto cosas que no se habían visto. Pero no tienen constancia pública. En el caso de Ortega el conocimiento lo tuve yo. Yo he entendido de verdad el pensamiento de Ortega, y él lo sabia. La gente no estaba dispuesta a enterarse, quizá porque hay dificultad en aceptar que se digan cosas nuevas. Menos aún se han enterado de los dos libros que he escrito Ortega, circunstancia y vocación y Ortega y las trayectorias. Esos libros no se han leído apenas para entender a Ortega. Algún dia lo harán. Porque es un hecho que a Ortega poco se lo entiende hoy. El libro de Heiddeger es el gran libro filosófico del siglo XX, pero Ortega iba más allá. ¡Ah! Pero eso no consta. Y eso que Ortega murió en 1955. Ha pasado ya tiempo para que su pensamiento se hubiese prolongado.
A finales de los años 80 dio a la imprenta los tres volúmenes que conforman sus memorias. Entre sus más de 50 obras se cuentan Historia de la filosofía, excelente síntesis y obra util; Introducción a la Filosofía (1947), de contenido más denso y donde expone su pensamiento filosófico; Ortega y la idea de la razón vital, El existencialismo en España, La España real, La devolución de España, El oficio del pensamiento, Justicia social y otras injusticias, Problemas del Cristianismo y Ser español.
Galardones con que fue distinguido: Premio Fastenrath de la Academia Española (1947), el Godó de Periodismo (1976), el León Felipe de Artículos Periodísticos (1978), el Bravo de la Conferencia Episcopal (1988), la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid (1997) y el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (1996).
Julián Marías (1914-2005): la fuerza de la razón vital
Presentación
No es posible hablar de la España del siglo XX sin mencionar a Julián Marías. Su amistad con Ortega, su colaboración con Besteiro y la militancia en el Ejército republicano, le acarrearon persecución política y el ostracismo académico en el régimen de Franco. Sin embargo, permaneció toda su vida difundiendo su palabra y su pensamiento no sólo en España, sino en Europa y América de manera fecunda y logrando un prestigio poco frecuente.
Fue un prolífico escritor y conferenciante desde su estilo característico, en el que se percibe siempre una voz original, profunda y clara.
Defensor de la integridad de la herencia recibida por sus maestros, su obra transita por una profundísima pasión española que se abre al universo de las ideas y culturas, siendo así un hombre universal.
Impulsor incansable de la tradición liberal española, defiende una interpretación positiva de nuestro pasado colectivo, desde la afirmación de una convivencia social regida por la libertad, la democracia y, sobre todo, por los valores propios de la realidad personal del hombre.
Julián Marías estuvo activo casi hasta el final de su vida, impartiendo cursos, escribiendo libros o viajando. Murió el 15 de diciembre de 2005. Hacía sólo unos meses que había publicado su última obra, La fuerza de la razón.
Entre sus miles de páginas queda el autorretrato de alguien auténtico, siempre puesto a prueba por los tiempos, siempre por encima de las modas; la imagen de alguien que nunca mintió, que no es sino la cortesía del verdadero intelectual; alguien, en fin, que ha permanecido firme como una roca, defendiendo sus convicciones sin herir a nadie.
http://biblioteca.ucm.es/fsl/julian-marias-semblanzas
La razón en la filosofía actual
Julian Marias: História de la Filosofía