LEVIATHAN |
Lecciones de su obra.
Thomas Hobbes, (1588–1679), fue uno de los filósofos relevantes del siglo XVII. Estuvo vinculado con Bacon, Gassendi, Descartes , Galileo y Mersenne [1], los más significativos filósofos que contribuyen al paso del pensamiento a la modernidad. Es un pensador materialista, muy lejano a la metafísica de Descartes. Hobbes en su obra aplica al análisis del ser humano y de la sociedad los mismos presupuestos que al estudio de la Naturaleza.
Su filosofía constituye la más completa doctrina materialista del siglo XVII.
Concibe el universo como una gran máquina, donde todo sigue las estrictas leyes del mecanicismo, según las cuales, cualquier fenómeno ha de explicarse a partir de elementos meramente cuantitativos: la materia, el movimiento y los choques de materia en el espacio.
El determinismo de Hobbes se fundamenta en un método racionalista de carácter matemático y geométrico (el método analítico-sintético de Descartes), que parte de la hipótesis de que las partes de un todo (materiales, engendradas y entendidas como causas) han de descomponerse y explicar el conjunto o las partes en su totalidad.
La antropología de Hobbes se fundamenta en el materialismo. Critica el dualismo cartesiano, denunciando el paso ilícito del "cogito" a la "res cogitans". Sostiene que el pensamiento no es una substancia separada del cuerpo: la "entidad" corporal que somos, y su conocimiento de las cosas proviene y se reduce a la sensación. En polémica con la teoría aristotélica de la sensación, Hobbes postula que ésta ha de explicarse también a partir de postulados mecanicistas, como producto de los movimientos de los cuerpos.
La filosofía política y la teoría social de Hobbes representan una reacción contra las ideas descentralizadoras y la libertad ideológica y de conciencia que proponía la Reforma, en la que él preveía el peligro de conducir inevitablemente a la anarquía, el caos y la revolución, de forma que para él fue necesario justificar y fundamentar la necesidad del absolutismo como política ideal con la que soslayar dichos "males".
Aunque Hobbes estuvo a favor de la libertad religiosa e ideológica y favoreció el proceso de secularización de Europa, no obstante defendió el poder absoluto y del Estado, a cuyos intereses ha de subordinarse toda minoría. Hobbes representa el orden propio del conservadurismo, en el cual, el todo social armonioso está por encima y subordina cualquier acción individual.
Thomas Hobbes |
1. El absolutismo de Estado
En el análisis de la vida social y política Hobbes considera que la sociedad está compuesta por una multiplicidad de individuos conducidos por sus pasiones, e intenta explicar cómo se produce la transición de este individualismo a la construcción de un cuerpo social artificial, o estado, de carácter absolutista. Tradicionalmente se ha considerado la obra política de Hobbes como la fundamentación teórica del absolutismo.
2. El estado natural de guerra.Para Hobbes cada ser humano busca su propia conservación, en primer lugar, lo que da origen a la competición y a la desconfianza entre los seres humanos. En este estado natural no existen distinciones morales objetivas, por lo que dicha competición da lugar a un estado permanente de guerra de todos contra todos, en el que cada cual se guía exclusivamente por la obtención de su propio beneficio y, no existiendo moralidad alguna, no hay más límite para la obtención de nuestros deseos, que la oposición que podamos encontrar en los demás. Esta concepción del estado natural es una consecuencia de la consideración previa negativa sobre la naturaleza del ser humano y de sus pasiones.
Este modelo carece de toda validez objetiva como sabemos en la actualidad, dado nuestro conocimiento de la evolución del ser humano. Su modelo no tiene validez objetiva ni se corresponde a un hecho histórico, pero es una hipótesis que le permite justificar y fundamentar teóricamente la existencia de un poder absoluto, del estado absolutista, sin necesidad de recurrir al origen divino del poder.
Este modelo carece de toda validez objetiva como sabemos en la actualidad, dado nuestro conocimiento de la evolución del ser humano. Su modelo no tiene validez objetiva ni se corresponde a un hecho histórico, pero es una hipótesis que le permite justificar y fundamentar teóricamente la existencia de un poder absoluto, del estado absolutista, sin necesidad de recurrir al origen divino del poder.
3. El cuerpo social y la teoría del contrato
Hobbes considera que las pasiones humanas están reguladas por leyes de la naturaleza que pueden ser descubiertas por la razón, y proveen al ser humano de un conjunto de normas de egoísta prudencia, que hacen posible la propia conservación y seguridad.
Sostiene que las leyes de la naturaleza no se cumplen, dada su oposición a nuestras pasiones, a menos que haya un poder coercitivo con capacidad suficiente para imponernos su cumplimiento.
De este modo los seres humanos sólo pueden alcanzar la convivencia social por medio de un pacto por el que se genera, simultáneamente, la sociedad civil y un poder común capaz de obligar a todos al cumplimiento del pacto suscrito.
Esta transformación de derechos se realiza mediante un acuerdo de cada hombre con cada hombre por el que cada cual renuncia a sus derechos en favor de un tercero. Ese tercero recibirá el nombre de soberano y los demás sólo los súbditos.
Este contrato, la creación de la sociedad civil y del soberano son simultáneos, pues no podría surgir el contrato sin que surja simultáneamente un poder capaz de ponerlo en vigor. Esta explicación de Hobbes está claramente dirigida contra la teoría del derecho divino de los reyes.
La teoría política de Hobbes busca fundamentar filosóficamente, el origen de la sociedad civil y la legitimación del poder, su racionalidad (como forma de control del individualismo, al que considera inútil y nocivo).
Sostiene que las leyes de la naturaleza no se cumplen, dada su oposición a nuestras pasiones, a menos que haya un poder coercitivo con capacidad suficiente para imponernos su cumplimiento.
De este modo los seres humanos sólo pueden alcanzar la convivencia social por medio de un pacto por el que se genera, simultáneamente, la sociedad civil y un poder común capaz de obligar a todos al cumplimiento del pacto suscrito.
Esta transformación de derechos se realiza mediante un acuerdo de cada hombre con cada hombre por el que cada cual renuncia a sus derechos en favor de un tercero. Ese tercero recibirá el nombre de soberano y los demás sólo los súbditos.
Este contrato, la creación de la sociedad civil y del soberano son simultáneos, pues no podría surgir el contrato sin que surja simultáneamente un poder capaz de ponerlo en vigor. Esta explicación de Hobbes está claramente dirigida contra la teoría del derecho divino de los reyes.
La teoría política de Hobbes busca fundamentar filosóficamente, el origen de la sociedad civil y la legitimación del poder, su racionalidad (como forma de control del individualismo, al que considera inútil y nocivo).
4. El poder: los derechos y la libertad
Para Hobbes la soberanía emanada del contrato es inalienable por lo que, una vez concedida, no se puede cambiar la forma de gobierno ni repudiar la autoridad. La libertad es entendida por Hobbes como la ausencia de estorbos. Sostiene que una vez abandonado el estado de naturaleza la primacía de la ley representa la libertad de la comunidad, por lo que la "libertad" individual se limita a lo no regulado, y también el derecho a resistirse al soberano.
La influencia de Hobbes en el pensamiento político occidental ha sido profunda. Sus sucesores podrían estar en desacuerdo con él, pero no pudieron escapar de ser comparados y medidos con su obra. Hobbes enfrento la crítica con vigor, o indirectamente, con superioridad desdeñosa, en silencio. El énfasis de Hobbes en lo secular sobre lo teológico fue particularmente irritante para sus detractores.
Hobbes fue llamado ateo, y durante años el "Hobbismo" es el término que se aplica cuando se trata de denigrar a cualquier muestra de escepticismo. En 1683, De Cive y el Leviathan fueron condenados como libros herejes y fueron quemados en Oxford. Los enemigos de Hobbes también le impidieron convertirse en miembro de la Royal Society. A pesar de su tempestuosa vida, las obras de Hobbes han sido respetadas y admiradas por muchos de sus contemporáneos. Sin embargo, sus ideas fueron consideradas todavía radicales medio siglo después de su muerte, y no fue hasta mediados del siglo XVIII que sus obras se pudieron comentar desapasionadamente. Desde entonces, ha ocupado un lugar entre los filósofos políticos más importantes de la tradición occidental, y sus obras continúan despertando interés y debate.
La influencia de Hobbes en el pensamiento político occidental ha sido profunda. Sus sucesores podrían estar en desacuerdo con él, pero no pudieron escapar de ser comparados y medidos con su obra. Hobbes enfrento la crítica con vigor, o indirectamente, con superioridad desdeñosa, en silencio. El énfasis de Hobbes en lo secular sobre lo teológico fue particularmente irritante para sus detractores.
Hobbes fue llamado ateo, y durante años el "Hobbismo" es el término que se aplica cuando se trata de denigrar a cualquier muestra de escepticismo. En 1683, De Cive y el Leviathan fueron condenados como libros herejes y fueron quemados en Oxford. Los enemigos de Hobbes también le impidieron convertirse en miembro de la Royal Society. A pesar de su tempestuosa vida, las obras de Hobbes han sido respetadas y admiradas por muchos de sus contemporáneos. Sin embargo, sus ideas fueron consideradas todavía radicales medio siglo después de su muerte, y no fue hasta mediados del siglo XVIII que sus obras se pudieron comentar desapasionadamente. Desde entonces, ha ocupado un lugar entre los filósofos políticos más importantes de la tradición occidental, y sus obras continúan despertando interés y debate.
Obra
En 1628 publica una traducción de Tucídides, en la que critica el sistema democrático y sus peligros, desde una perspectiva conservadora.
En 1637, hizo circular secretamente un manuscrito titulado Elementos del derecho.
En 1642 publica Elementorum Philosophiae Sectio Tertia De Cive, una teoría sobre el gobierno y comienza a escribir De corpore, primer trabajo que incluirá posteriormente en una trilogía sobre el cuerpo, el hombre y el ciudadano, (Human Nature, De Corpore Politico).
En 1648, publica su obra más importante, Leviatán, una teoría sobre la soberanía en la que se muestra como un defensor implacable del absolutismo. Este trabajo constituye una obra maestra de filosofía política escrita en inglés.
En 1657 publica la segunda parte de su trilogía bajo el título De homine y cinco años después publica De corpore.
Comentarios a bibliografía selecta
La filosofía política moderna – Atilio A. Boron
Este libro trata los principales hitos de la filosofía política moderna. Se ha convertido en un lugar común afirmar que ésta se distingue de la filosofía política clásica porque en la primera la reflexión sobre la vida política se realiza al margen de todo tipo de consideración ética o moral. Si en los tiempos antiguos la indagación sobre la política iba indisolublemente ligada a una exploración de carácter moral, con el advenimiento de la modernidad dicha amalgama se descompone y el análisis político se independiza por completo del juicio ético.
Esta visión convencional es peligrosamente simplificadora y, por eso mismo, equivocada. Lo que efectivamente aconteció con la filosofía política moderna es que las preocupaciones éticas del período clásico pasaron a un segundo plano. Se produjo entonces una rearticulación entre la reflexión centrada en el “ser” y aquella encaminada a desentrañar el “deber ser”, pero de ninguna manera esto se tradujo en un divorcio entre ambas preocupaciones. Esta supuesta disyunción entre una reflexión centrada en el “ser” y el “deber ser” de la política tiene insoslayables implicaciones conservadoras que deben ser rechazadas con total intransigencia.
La filosofía política de Hobbes Su fundamento y su génesis
Strauss, Leo
La primera edición de `La filosofía política de Hobbes` fue publicada en Londres en 1936 y corresponde a la etapa de sus primeros escritos. En esta obra Leo Strauss se ocupa de analizar los principios de la filosofía política de Hobbes, porque considera que "constituye el primer intento peculiarmente moderno de dar una respuesta coherente y exhaustiva a la pregunta por la vida justa del hombre, que es al mismo tiempo la pregunta por el orden justo de la sociedad".
El filósofo alemán se propone comprender la concepción hobbesiana fundamental respecto de la vida humana, ya que piensa que ésta, y no la ciencia moderna, constituye el fundamento real de su filosofía política.
Para acercarse a dicha concepción, Strauss sigue dos líneas de investigación interdependientes: en la primera, reconstruye el pensamiento temprano de Hobbes, antes de que estuviera familiarizado con la ciencia moderna y, en la segunda, examina la tendencia hacia la emancipación de la tradición, que se advierte con más claridad en el último período de Hobbes.
El filósofo alemán se propone comprender la concepción hobbesiana fundamental respecto de la vida humana, ya que piensa que ésta, y no la ciencia moderna, constituye el fundamento real de su filosofía política.
Para acercarse a dicha concepción, Strauss sigue dos líneas de investigación interdependientes: en la primera, reconstruye el pensamiento temprano de Hobbes, antes de que estuviera familiarizado con la ciencia moderna y, en la segunda, examina la tendencia hacia la emancipación de la tradición, que se advierte con más claridad en el último período de Hobbes.
Información en la red:
La actualidad del pensamiento de Hobbes:
Internet Encyclopedia of Philosophy:
Stanford encyclopedia of Philosophy:
[Lloyd, Sharon A. and Sreedhar, Susanne, "Hobbes's Moral and Political Philosophy", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (spring 2009 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = http://plato.stanford.edu/archives/spr2009/entries/hobbes-moral/].
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