28 de octubre de 2012

JOSÉ ANTONIO RUSSO DELGADO (1917 - 1997)

JOSÉ ANTONIO RUSSO DELGADO (1917 - 1997)
Saúl  Rengifo Vela( *)

José Russo Delgado  Filosofía peruana - Filosofía en San Marcos -
Helenistas peruanos.



José Antonio Russo Delgado nació en Chiclayo el 18 de febrero de 1917. Se formó en la Pontificia Universidad Católica de] Perú, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde tuvo oportunidad de asistir a las clases de José Gaos, maestro español del que guardó siempre cálida memoria. Se graduó como Doctor en filosofía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en 1947, y se incorporó como docente a esta casa de estudios. Alejado del Perú por razones políticas, profesó en la Universidad San Carlos de Guatemala hasta que se reincorporó, en 1956, a la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Decana de América, en cuyas aulas, patios y pasillos impartió filosofía ¿más que clases de filosofía? a lo largo de más de tres décadas, de manera ininterrumpida, hasta su retiro en 1987. Profesor Emérito de San Marcos en 1992, José Russo Delgado murió en Lima el 27 de julio de 1997.
    Políglota, erudito, profundo conocedor de la filosofía occidental ¿clásica y moderna?, así como del pensamiento oriental, pilares sobre los que su sentido crítico y gran vocación universalista desarrolló, antes que un sistema teórico, más bien toda una aventura del pensamiento y del ser es que José Russo Delgado fue, muy por encima de todo, un filósofo y un maestro. En tanto filósofo se preocupó sin concesiones por el ser y por la autenticidad del ser: autenticidad y ser que asumió a carta cabal y expresó de modo radical, ya en sus obras, ya en sus clases, ya en su vida. En tanto maestro, supo trascender las limitaciones formales del aula para nutrir a sus alumnos de múltiples generaciones el vivo hálito del pensamiento en movimiento que busca, encuentra y busca sin cesar y hace de ese inagotable discurrir su ser y razón de ser. La filosofía ¿enseñaba? es ver, un ver claro como incumbencia de cada uno... "Un ver al que acompaña "una transformación, la del ser que ve: ese ser del conocer verdadero que produce un cambio en el ser: diviniza".

Referencia

(*)Licenciado en Filosofía. Egresado de la Maestría en Historia de la Filosofía de la Universidad de San Marcos. Actualmente es docente del Departamento Académico de Filosofía. Es autor de una tesis de grado sobre el pensamiento antropológico de José Russo Delgado.


PUBLICACIÓN DE LA UNMSM
PERSONAJES DISTINGUIDOS

José Antonio Russo Delgado

Hombre vinculado a la Filosofía y ejemplar maestro universitario, el doctor José Antonio Russo Delgado (1917-1997), nació en la calurosa tierra de Lambayeque.
    Durante su época estudiantil fue presidente del comité organizador de la Federación de Estudiantes del Perú y, en tres ocasiones, de la Asociación de Estudiantes Hispanoamericanos. Por su convicción humanista e ideas de profunda raigambre social fue desterrado a México a principios de la década del 40.
    Realizó estudios en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde obtuvo el grado de Doctor en Filosofía en 1948 con la tesis Nietzsche y el problema del conocimiento y moral y vida de Federico Nietzsche. Posteriormente exiliado, fue profesor en la Universidad de San Carlos de Guatemala (1950). Por otra parte, en la Universidad Autónoma de México, había cursado estudios de Economía desde 1943 hasta 1945. Allí, además, se graduó de Abogado.
    Es un punto interesante de la biografía de este gran maestro su alejamiento de la patria en un periodo tan prolongado, en el que se desempeñó como traductor oficial en la sede de las Naciones Unidas (Nueva York, 1953-1956), y su regreso para reiniciar sus labores educacionales. A la luz de su completa dedicación a la enseñanza y la investigación, que fueron para él un verdadero proyecto vital, aparece este lapso como una consciente preparación.

Maestro sanmarquino.

Catedrático de la Decana de América por más de 44 años, ejerció las cátedras de Psicología General, Metafísica, Ontología, Griego, Filosofía Antigua y Filosofía Moderna, entre otras. En la Facultad de Letras de esta Universidad ocupó los cargos de director de los Programas Académicos de Filosofía, Psicología y Arte.
    Gracias a sus valiosos aportes a la cultura nacional y latinoamericana fue distinguido por su alma máter, San Marcos, con el título de Profesor Emérito, en 1988.
El doctor Russo Delgado no sólo fue ejemplo de alta docencia moral dentro de la Universidad, sino también emprendió tareas cívicas por los principios y por el cambio social, desde una posición netamente humanista y pacifista. Era un convencido de que la filosofía es sobre todo experiencia y praxis, es decir, conocimiento de sí mismo.

Sus obras.

Nietzsche, la moral y la vida (1948) laureada con el premio Nacional de Fomento a la Cultura, publicó en Guatemala los ensayos "Universidad, humanidades y humanismo" y "Sentido ontológico de la paz". Inició luego el proyecto al que quiso dar su nombre: Los presocráticos, la mayor realización en la filología filosófica latinoamericano. Entre las obras sobresalientes del doctor Russo Delgado tenemos: Luces de Heráclito el Oscuro (1958), El Hombre y la pregunta por el ser (1957); Lecciones de Psicología General (1962).
    Figuran además La paz y el hombre (1962), Sócrates (1984) y De filosofía, paz y religión (1985). Póstumamente se han publicado Los presocráticos: El principio (1988); Lo que es, Parménides (1991) y El logos, Heráclito (2000).
Su producción bibliográfica ha merecido elogios y reconocimientos como el Premio Nacional de Fomento a la Cultura Javier Prado (1947) y Alejandro Deustua (1957 y 1962).

Recientemente, en el VIII Congreso Nacional de Filosofía que llevó su nombre, la Universidad de San Marcos presentó Los presocráticos II: El Logos, Heráclito, una valiosa obra escrita, sin duda, por uno de los mayores filósofos del Perú y Latinoamérica del siglo XX.

Francisco Miró Quesada Cantuarias*
UN LIBRO PÓSTUMO DE JOSÉ ANTONIO RUSSO


 El Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos acaba de publicar un libro póstumo del Dr. José Antonio Russo Delgado, con el título de El Logos-Heráclito, que tiene un epígrafe Los Presocráticos II. Dicho epígrafe da a entender que se trata del tercer tomo de un trabajo de amplias dimensiones sobre los principales filósofos presocráticos. El primer tomo, El principio, versa sobre los filósofos anteriores a Parménides y Heráclito, el segundo es sobre Parménides y el tercero sobre Heráclito. Todos los libros citados son el resultado de un proyecto que el autor ha llevado a cabo sobre la filosofía presocrática en general.
    El presente libro, al igual que el de Parménides, destaca por la profundidad del análisis y el rigor de la exposición. Los dos tomos publicados anteriormente, más el que versa sobre Heráclito, tienen una propiedad común: la erudición puesta al servicio de la comprensión.
    La bibliografía utilizada es verdaderamente enorme y la manera como se utiliza es magistral. Después de exponer la vida de Heráclito, punto delicado, pues se conoce muy poco, pasa al análisis del «Logos», que es el concepto central del pensamiento heracliteano. Debido a ello, el capítulo sobre el logos es uno de los más importantes del libro. El Dr. Russo ha empleado una bibliografía muy amplia. Al leer este capítulo, se tiene la impresión de que se han consultado casi todos los escritos de exposición y de interpretación sobre el filósofo jonio. Pero los capítulos que siguen, dan la misma impresión. Cada cual es más profundo que los otros. En todos ellos se ha utilizado una bibliografía amplísima y, basándose en ella el autor, expone los puntos centrales del tema y hace una interpretación de primera clase.
    En ellos se trata temas siguiendo de manera ceñida, los fragmentos En ellos se trata temas siguiendo de manera ceñida, los fragmentos heracliteanos. Cómo veía Heráclito la divinidad, la oposición de los contrarios, el pólemos sempiterno, la vida y la muerte, el sueño y la ensoñación, el derecho, la armonía de las cuerdas de la lira y otros temas de gran interés.
    El autor avanza exponiendo e interpretando los fragmentos del «oscuro». Una de las mejores cualidades del libro, es la organización de los fragmentos, de manera que, a pesar de su escasez, la obra de Heráclito que, seguramente fue mucho más extensa de la poca cantidad de fragmentos que se han logrado conservar hasta el presente, más las citas de filósofos como Aristóteles, Diógenes Laercio y otros más.
    Cuando se lee el libro, con el cuidado que merece su importancia, y se compara con otros libros, ensayos y artículos académicos sobre Heráclito, se llega a la conclusión de que la obra del doctor Russo alcanza un sitial de primera magnitud, comparable al de los mejores textos que se han publicado sobre el pensador de Éfeso. Es un libro que constituye un gran aporte a la filosofía peruana, y a la comunidad filosófica mundial. Es un libro que formará parte de la bibliografía de todo aquel que se proponga estudiar la obra de Heráclito.
Lima, 2 de agosto del año 2000

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* Profesor emérito de la UNMSM. Constituye uno de los principales animadores del pensamiento filosófico en el Perú en la segunda mitad del siglo XX, no sólo por la cuantiosa producción de artículos y ensayos que ha escrito; sino, también por su labor promotora y organizadora de los estudios de filosofía en el Perú. Ha sido Presidente de la Federación Internacional de Sociedades de Filosofía y recientemente reelegido como Presidente de la Sociedad Peruana de Filosofía.

17 de octubre de 2012

ORTEGA Y GASSET Y SU FILOSOFÍA

Ortega y Gasset: Su filosofía



José Ortega y Gasset
José Ortega y Gasset (1883-1955) fue un filósofo prolífico y distinguido de España en el siglo XX. En el curso de su carrera como filósofo, teórico social, ensayista, crítico cultural y estético, educador, político y editor de la influyente revista, Revista de Occidente, que ha escrito sobre una amplia gama de temas y cuestiones.

Entre sus muchos libros estan: Meditaciones del Quijote (1914), España invertebrada (1921), El tema de nuestro tiempo (1923), Ideas sobre la novela (1924), La deshumanización del arte (1925), ¿Qué es la filosofía? (1929), La rebelión de las masas (1930), En Torno a Galileo (1933), Historia como sistema (1934), El Hombre y de los Pueblos (1939), El origen de la filosofía (1943), La idea de principio en Leibnitz y la evolución de la teoría deductiva (1948). Además de estos libros, y otros, hay cientos de artículos ensayos, diarios y revistas, los más importante de los cuales se recogen en doce volúmenes, algunos de los cuales han sido traducidos al Inglés, Francés y Alemán. Sus principales escritos revelan un desarrollo intelectual que atraviesa las experiencias del mundo de la vida articulados en la perspectiva de la fenomenología, del historicismo y del existencialismo.

La percepción de Ortega de la vida humana como realidad fundamental y como un "happening", su análisis de la distinción ontológica entre "ser" y "ser auténtico", su descripción de la interacción intersubjetiva del "yo" y "Otros" en el mundo social ,  los conceptos de  "generación" y de "contemporáneos" y "Co-Evaluaciones ", y sus ideas del "perspectivismo", "vital" y "razón histórica", se combinan para ampliar y avanzar su filosofía de las realidades humanas sociales e  históricas.

A través de estas orientaciones intelectuales, Ortega comenzó a preocuparse por el estatuto epistemológico del conocimiento histórico, y se acercó al problema de la filosofía crítica de la historia como constitutivas de la interpenetración de las actitudes filosóficas e históricas. La  Filosofía crítica de la historia se refiere a la posición que caracteriza el mundo que conocemos y en el que actuamos como un producto de la actividad humana y de la mente. 

En consecuencia, Ortega representó al "moderno" pensador reflexivo que se acercó a la historia desde la filosofía, y cuyas teorías de la historia como fuente de conocimiento humano resumen la tendencia a conectar conceptos de temporalidad histórica y de la mente. Desafió a los enfoques positivistas de la historia y contribuyó en un aspecto importante a la concepción moderna de la historia: el principio de que existe una conexión y un sentido de la historia humana que emana de un principio de continuidad inherente a las vidas humanas individuales.

[Traducción personal del artículo publicado en la Enciclopedia de Filosofía Stanford]
Holmes, Oliver, "José Ortega y Gasset", The Stanford Encyclopedia of Philosophy


 

Para esta obra prolífica comparto los links de cuatro páginas que ofrecen información importante sobre la obra de José Ortega y Gasset que en mi concepto muy bien escritas deben compartirse y difundirse.

Publicación en la Lechuza.org
Lechuza se concibe como un servicio integral al servicio de la documentación filosófica. Su primer instrumento público, disponible en la dirección www.lechuza.org de internet, es una herramienta que facilita la localización de documentos de interés filosófico: libros, artículos de revistas, sitios de internet...

Ortega y Gasset Lechuza.org


Material publicado por :
TORRE DE BABEL EDICIONES 

Razón Vital - Foro telemático dedicado a José Ortega y Gasset. Imágenes, grabaciones, introducción a su pensamiento, ensayos breves, obras de Ortega, bibliografía, cronología, enlaces, textos, exámenes, noticias... 
Breve introducción al pensamiento de Ortega y Gasset - La filosofía de José Ortega y Gasset. Por Javier Echegoyen Olleta.
Brief introduction to the thought of Ortega y Gasset - English version: Isabel Blanco.

Resumen breve
Primera parte
Segunda parte

Publicación en:  webdianoia.com

Publicación en: La filosofía en el Bachillerato
 La filosofía en el Bachillerato: Resumen

Publicación en: Enciclopedia de Filosofía Stanford
Publicación en Biblioteca de Filosofía Stanford

Holmes, Oliver, "José Ortega y Gasset", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Summer 2011 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = .

10 de octubre de 2012

Judith Butler - Premio Adorno de filosofía

Judith Butler - Premio Adorno de filosofía


La filósofa Judith Butler recibió el Premio Adorno en Frankfurt martes (11/09/2012). Sin embargo, un número de grupos judíos están opuestos por haberse selecciónado a una franca crítica de Israel.

Cuando la ciudad de Frankfurt anunció que Judith Butler fue galardonada con el Premio Adorno por su destacada contribución al pensamiento filosófico, una guerra particularmente cruel de palabras estalló entre Butler y sus críticos.

Profesora de retórica y literatura comparada en la Universidad de California, Berkeley, Butler es más conocida por sus obras filosóficas sobre el género y la teoría queer, incluyendo "El género en disputa: el feminismo y la subversión de la identidad" (1990) y "Deshacer el género "(2004).

Judith Butler, Ph.D., profesora titular de la Catedra Hannah Arendt de la Escuela Europea de Posgrado EGS, asistió al Bennington College y luego a la Universidad de Yale, donde recibió su licenciatura y su doctorado en filosofía en 1984. Su formación inicial en filosofía se llevó a cabo en la sinagoga de su ciudad natal de Cleveland. Ella enseñó en las universidades de Wesleyan y Johns Hopkins antes de convertirse en profesora de la catedra Maxine Elliot en los departamentos de Retórica y Literatura Comparada en la Universidad de California, Berkeley.

JB es autora de La reivindicación de Antígona: Hermandad Entre la Vida y la Muerte (Columbia University Press, 2000), Hegemonía, Contingencia, Universalidad, con Ernesto Laclau y Slavoj Zizek, (Verso Press, 2000), Sujetos de deseo: reflexiones hegelianas en XX -Century France (Columbia University Press, 1987), El género en disputa: el feminismo y la subversión de la identidad (Routledge, 1990), Cuerpos que importan: Sobre los límites discursivos del "sexo" (Routledge, 1993), La vida psíquica del poder: Las teorías de sujeción (Stanford University Press, 1997), Excitable Speech: Política de la Performance (Routledge, 1997), así como numerosos artículos y contribuciones sobre la filosofía, el feminismo y la teoría queer. Su reciente proyecto es una crítica de la violencia ética y un esfuerzo por formular una teoría de la responsabilidad de un tema opaco que trabaja con Franz Kafka, Sigmund Freud, Michel Foucault y Friedrich Nietzsche.

En su libro más influyente Problemas de Género: El feminismo y la subversión de la identidad (1990), JB argumenta que el feminismo había cometido un error al tratar de afirmar que "las mujeres" eran un grupo con características e intereses comunes. Judith Butler señala que este enfoque, posibilito "una regulación inconsciente y la reificación de las relaciones de género", lo que reforzó una visión binaria de género en el que los seres humanos se dividen en dos grupos bien definidos, las mujeres y los hombres.

JB señala que las feministas rechazaron la idea de que la biología es destino, pero luego desarrolló un relato de la cultura patriarcal que supone que los géneros masculino y femenino, inevitablemente son construidos por la cultura, sobre los cuerpos  del 'hombre' y la 'mujer', haciendo que el mismo destino sea ineludible. Ese argumento no deja lugar para la elección, la diferencia o la resistencia.

JB sostiene que el sexo es visto como la causa de género, que, a su vez, se ve que causa el deseo (hacia el otro género). Esto es comúnmente considerado como una especie de continuum. EL enfoque de JB - inspirado en parte por Michel Foucault - está orientado básicamente a enfrentar los supuestos vínculos entre estos, por lo que el género y el deseo son flexibles, libres y no 'causados' por otros factores estables.

JB sugiere que ciertas configuraciones culturales de género son hegemónicas, y hace un llamamiento a la acción subversiva. Vistas de esta manera, JB sostiene que nuestras identidades, de género, no expresan auténticamente el "núcleo" interior sino que son el efecto dramático (y no la causa) de nuestras actuaciones.

JB analiza el psicoanálisis como una "gran narrativa", sobre cómo una "mujer", como categoría unitaria, se forma. El psicoanálisis es una historia acerca de orígenes y fines, que incluye algunos aspectos, y excluye a otros. Esta narrativa para JB da una falsa sensación de legitimidad y universalidad a una cultura específica y, en algunos casos, la versión culturalmente opresiva de la identidad de género.  JB entiende la subjetividad de género como una historia de identificaciones, algunas de cuyas partes se pueden poner en juego en determinados contextos y que, precisamente debido a que codifican las contingencias de la historia personal, no siempre apuntan a una coherencia interna.

Para JB el Género, como la identificación con un sexo o un objeto (como la madre) es una fantasía, un conjunto de imágenes interiorizadas, y no un conjunto de propiedades gobernadas por el cuerpo y su configuración orgánica. Por el contrario, el Género es un conjunto de signos internalizados, psíquicamente impuestos en el cuerpo y en el propio sentido de la identidad psíquica. JB concluye que el Género, por tanto, no es una categoría principal, sino un atributo, un conjunto de efectos narrativos secundarios.

En Cuerpos que importan: Sobre los límites discursivos del sexo (1993), JB aclara mucho de lo que Michel Foucault examina en Historia de la sexualidad. JB es cuidadosa, sin embargo, para no emplear los modelos que Michel Foucault utiliza, evitando así algunos de los vacíos que se producen en su pensamiento, es decir, su silencio sobre el tema de la mujer. JB no está dispuesta a zanjar el debate sobre la sexualidad solamente como la obtención y difusión de los placeres y cómo esos organismos los realizan. Más bien, considera los cuerpos como de género indeterminado y desestabiliza sus performances para mostrar cómo los cuerpos están marcados por el género, así como la raza, la clase, la sexualidad, etc., y cómo estas categorías también se desestabilizan con la performance.

En Voz Excitable: Política de la Performance (1997), JB analiza la forma en que los individuos son llamados a la acción con fines políticos. JB está interesada en el concepto de ambivalencia porque ella lo ve como un lugar de subversión. Su concepto de ambivalencia está estrechamente relacionado con el concepto de différance de Derrida. Lo define como el deslizamiento entre la convocatoria de la ley y su articulación, desde donde se puede revelar la falsa afirmación de la naturalidad y la originalidad de las normas hegemónicas.

En La reivindicación de Antígona (2000), JB redefine el legado de Antígona, recuperando su significado revolucionario y liberador para un feminismo progresista y para la política sexual. Esta nueva interpretación de JB reconceptualiza el tabú del incesto en relación con el parentesco y abre el concepto de parentesco al cambio cultural. Antígona, el renovado insurgente del conocido ciclo de Edipo de Sófocles, ha sido durante mucho tiempo un icono feminista de desafío. Lo que ha quedado claro es si ella se escapa de las formas de poder a que ella se opone. Antígona resulta ser una figura más ambivalente para el feminismo de lo que ha sido reconocida, ya que la forma de desafío que ella ejemplifica también conduce a su muerte. JB sostiene que Antígona representa una forma de agencia feminista y sexual que está llena de riesgos.

 Ella considera las obras de filósofos como Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Lacan, Jacques, y Luce Irigaray, y se pregunta ¿cómo el psicoanálisis habría sido diferente si hubiera tenido Antígona - el sujeto "pos-edípico" - en lugar de Edipo como su punto de partida?. Si el tabú del incesto es reformulado de manera que no obliga a la heterosexualidad como su solución, se pregunta ¿qué formas de alianza sexual y de parentesco nuevo podrían ser reconocidos como resultado? El libro relata las hazañas valientes de Antígona frente a las afirmaciones hechas por aquellos cuyas relaciones no están todavía honradas como las de parentesco correcto, mostrando cómo la cultura de la heterosexualidad normativa obstaculiza nuestra capacidad de ver lo que la libertad sexual y la acción política podrían ser.

Referencia
Discurso de Jacques Derrida agradeciendo por el mismo premio

8 de octubre de 2012

Jacques Derrida: La deconstrucción.

Jacques Derrida

(Francia, 1930-2004)


Filósofo cuya obra dio lugar a la escuela de la deconstrucción, una metodología analítica que ha sido aplicada a la literatura, la lingüística, la filosofía, el Derecho y la arquitectura. Derrida nació en El-Biar, Argelia.

Su trabajo ha sido conocido popularmente como pensamiento de la deconstrucción, aunque dicho término no ocupaba en su obra un lugar excepcional. Lo revolucionario de su trabajo ha hecho que sea considerado como el nuevo Immanuel Kant por el pensador Emmanuel Lévinas y el nuevo Friedrich Nietzsche, según Richard Rorty.[ ] Es, acaso, el pensador de finales del siglo XX que más polémicas ha levantado, por su iconoclasia y por su empeño crítico.

La primera obra de Derrida, Introducción a El origen de la geometría de Edmund Husserl (1962) fue un prólogo a su traducción de algunos documentos de 1936 de Edmund Husserl, donde examinó los principios de las tesis fenomenológicas de Husserl. En 1967 publicó tres libros La voz y el fenómeno (1973), De la gramatología (1977), y La escritura y la diferencia (1978), que introdujeron el enfoque deconstructivo en la lectura de textos. Derrida se resiste a ser clasificado según criterios culturalistas y sus últimas obras continúan redefiniendo su pensamiento.

Desde principios de la década de 1970, Derrida  dividió su tiempo entre París y los Estados Unidos, donde  impartió clases en universidades como la John Hopkins, Yale y la Universidad de California en Irvine. Otras obras suyas son Glas (1974) y La carta postal (1980). El trabajo de Derrida se centra en el lenguaje. Afirma que el modo tradicional o metafísico de lectura impone un número de falsas suposiciones sobre la naturaleza de los textos. Un lector tradicional cree que el lenguaje es capaz de expresar ideas sin cambiarlas, que en la jerarquía del lenguaje la escritura es secundaria respecto al discurso y que el autor de un texto es el origen de su significado. El estilo de lectura deconstructivo de Derrida invierte estas suposiciones y cuestiona la idea de que un texto tiene un único significado inalterable.

La persistencia del logocentrismo en la filosofía occidental, la importancia del discurso sobre la escritura y el énfasis puesto sobre el significado en oposición al significante están en el núcleo de la obra de Derrida. Recurriendo al psicoanálisis y la lingüística, Derrida cuestiona este enfoque. Como resultado de todo ello, las intenciones del autor al hablar no pueden ser aceptadas sin condiciones ni crítica. Esto multiplica el número de interpretaciones legítimas de un texto. La deconstrucción muestra los numerosos estratos semánticos que operan en el lenguaje. Al deconstruir la obra de eruditos anteriores, Derrida trata de demostrar que el lenguaje está cambiando de una forma constante.

Aunque su pensamiento es, a veces, descrito por sus críticos como la liquidación de la filosofía, la deconstrucción puede ser mejor comprendida como muestra de las tensiones ineludibles entre los ideales de claridad y coherencia que guían la filosofía y los inevitables defectos que acompañan a su producción.

La deconstrucción

Lo más novedoso de su pensamiento es la denominada deconstrucción. La deconstrucción, es un tipo de pensamiento que critica, analiza y revisa fuertemente las palabras y sus conceptos. El discurso deconstructivista pone en evidencia la incapacidad de la filosofía de establecer un piso estable, sin dejar de reivindicar su poder analítico. Cabe mencionar que la mayoría de los estudios de Derrida exponían una fuerte dosis de rebeldía y de crítica al sistema social imperante.

Como explicó el mismo Derrida en su "Carta a un amigo japonés", la voz "déconstruction" intentaba traducir y reapropiar para sus propios fines los términos heideggerianos Destruktion y Abbau, que abordaban problemas de la estructura y la arquitectura de la metafísica occidental; pero la palabra francesa, clásica, tiene variados usos, más consistentes con sus intenciones: en su caso sería un gesto "a favor" y "en contra" del estructuralismo, esto es entra en su problemática y en sus excesos.[ ]

La deconstrucción se relaciona con trayectorias vastas de la tradición filosófica occidental, aunque también está ligada a disciplinas académicas diversas como la lingüística y la antropología (llamadas "ciencias humanas" en Francia), con las que polemiza cuando percibe que no participan suficientemente de las "exigencias filosóficas".[ ]

El examen conceptual e histórico de los fundamentos filosóficos de la antropología, así como su uso constante de nociones filosóficas (conscientemente o no), fue un aspecto importante de su pensamiento. Entre sus influencias más notables se encuentran Friedrich Hegel, Friedrich Nietzsche, Edmund Husserl, Sigmund Freud y Martin Heidegger.

Impacto

Derrida tuvo un impacto significativo en la filosofía continental europea y en la teoría literaria, en particular mediante su vínculo con el crítico amistoso y literario Paul de Man, que se traduciría en un libro suyo a la muerte de éste.[ ]  Sin embargo, no hay acuerdo sobre hasta qué punto existe consonancia entre la teoría de Derrida y la deconstrucción que se ha desarrollado en la crítica literaria. Derrida hizo una continua referencia a la filosofía analítica en su trabajo, en particular a John Austin, con cierta distancia crítica.

Su trabajo es frecuentemente asociado con el postestructuralismo y el posmodernismo, pero su asociación con el segundo es incierta. Lyotard es un puente más cercano entre la deconstrucción y el posmodernismo, al desarrollar sentidos filosóficos del posmodernismo, que Derrida utilizó en largos diálogos que no admiten una relación clara entre el trabajo de los dos. Figuras consideradas dentro del mismo campo de la deconstrucción se han definido de tendencias modernistas más que posmodernos.

Derrida es un filósofo que suscita adhesiones inquebrantables y detracciones no menos vigorosas. Pero es que, interesado a la vez por la filosofía y la literatura, no renunció "ni a la una ni a la otra", y de hecho pensó "mediante la misma escritura y no sólo en el seno de una reflexión histórica o teórica", [ ]  lo que complicaba el resultado de sus reflexiones. De hecho, como subrayó antes de su muerte, a él le había interesado mucho "dejar huellas en la historia de la lengua francesa". [ ] 

Sus primeros trabajos de nivel internacional —De la gramatología, La escritura y la diferencia y La voz y el fenómeno (los tres de 1967) fueron criticados, pero también muy admirados, y para algunos son sus mejores ensayos, por los cuales empezó a enseñar en Alemania y los EE UU. [ ] 

Por sus referencias a John Austin y su teoría de los actos de lenguaje, Derrida fue acusado, sobre todo por John Searle, de obstinarse en enunciar contra-verdades evidentes.[ ]  En 1992, varios filósofos firmaron contra él, reprochándole «su inadecuación a los estándares de claridad y de rigor», pero no impidieron que se le concediera el honoris causa por la Universidad de Cambridge (1992). [ ] 

En paralelo con la filosofía analítica, Derrida fue objeto de críticas por parte de N. Chomsky. Pero encontró la mayor audiencia en los Estados Unidos, que frecuentó asiduamente, sobre todo en los departamentos de ciencias políticas, literatura y estudios culturales. Su legado de buena parte de sus manuscritos en la Biblioteca de Irvine, pese a sus conflictos éticos finales, es una muestra del afecto que tuvo. [ ] 

Mauricio Ferraris ha sintetizado así su figura como pensador: "la oscilación entre idealismo (y trascendentalismo) por una parte, y realismo, por la otra, constituye un rasgo característico de toda la filosofía husserliana, de la cual Derrida se presenta, pues, como heredero altamente innovador; y ello explica por qué, después de las resistencias iniciales, su filosofía fue ocupando paulatinamente un espacio central en la filosofía contemporánea".[ ]  

Tras su muerte, la publicación de su obra continúa. En 2008 empezó por el final la vasta publicación en Galilée de sus Seminarios, que recorren los años en la Sorbona (1960-1964), en la Escuela Normal Superior (1964-1984), y finalmente en la EHESS (1984-2003).
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Derrida Jacques - La Escritura y La Diferencia,  Pdf.  Anthropos Editorial, 1989 - 413 páginas
Los ensayos reunidos en esta publicación tienen ya un valor de referencia ineludible en la cultura crítica contemporánea en los campos de la filosofía, las ciencias humanas y la teoría de la literatura, permiten asistir a la génesis y formación de lo que se ha venido en llamar 'deconstrucción'.

Horacio Potel: Textos de J. Derrida
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Sobre un tono apocalíptico  adoptado recientemente en filosofía

Derrida and Negative Theology

Derrida: Genesis, genealogies, generos & genius. The secrets of the archive
Blog: Resúmenes Caletti: Derrida
Derrida: Biografía y comentarios de Enciclopedia Philosofica

JACQUES DERRIDA. EL ORIGEN DE LA GEOMETRIA DE HUSSERL (En papel), , MANANTIAL, 2000
La crítica de la voz : Francisco Conde Soto. Universidad de Barcelona
 La voz y el fenómeno: Patricio Peñalver
La voz y el fenómeno Artículo del ABC de Madrid
Textos de Derrida

El deconstructivismo en arquitectura:

La filosofía de la diferencia

Althusser:

6 de octubre de 2012

A proposito del Nihilismo de Franco Volpi

El Nihilismo




Franco Volpi en su trabajo sobre el Nihilismo emprende un riguroso análisis histórico y conceptual en el que pasa revista a la Ilustración, el romanticismo, el existencialismo y el tecnicismo predominante en el mundo contemporáneo. En este escrito presento una referencia general sobre esta corriente filosófica.

El nihilismo (latín nihil, "nada") es la corriente filosófica que toma como base la negación de uno o más de los supuestos sentidos de la vida. El nihilismo suele presentarse como nihilismo existencial, forma en la que se sostiene que la vida carece de significado objetivo, propósito, o valor intrínseco.[1 ]

 El nihilismo se puede considerar crítica social, política y cultural a los valores, costumbres y creencias de una sociedad, en la medida en que estas participan del sentido de la vida negado por dicha corriente filosófica. El término Nihilista fue utilizado inicialmente por el ruso Ivan Turgenev en su novela Padres e hijos: "Nihilista es la persona que no se inclina ante ninguna autoridad, que no acepta ningún principio como artículo de fe".

Nietzsche estructuró la conceptualización del término, pero éste ya existía como corriente en la antigua Grecia representado por la Escuela cínica y en el escepticismo.  

El nihilismo niega lo que pretenda un sentido superior, objetivo o determinista de la existencia puesto que dichos elementos no tienen una explicación verificable. En cambio, es favorable a la perspectiva de un devenir constante o concéntrico de la historia objetiva, sin ninguna finalidad superior o lineal. Es partidario de las ideas vitalistas y lúdicas, de deshacerse de todas las ideas preconcebidas para dar paso a una vida con opciones abiertas de realización, una existencia que no gire en torno a cosas inexistentes.

En este sentido el nihilismo no significa creer "en nada", ni pesimismo ni mucho menos "terrorismo" como suele pensarse, si bien estas acepciones se le han ido dando con el tiempo a la palabra. De todas formas hay autores que al nihilismo, entendido como negación de todo dogma para dar apertura a opciones infinitas no determinadas, lo llaman "nihilismo positivo", mientras que al sentido de negación de todo principio ético que conlleve la negligencia o la autodestrucción lo llaman "nihilismo negativo" (También se les conoce como "activo" y "pasivo").

Una de las referencias más lejanas se encuentra en el filósofo sofista Gorgias quien afirmaba: "Nada existe, si algo existe no es cognoscible por el hombre; si fuese cognoscible, no sería comunicable" o en la actitud vital de su discípulo Diógenes de Sinope





Una descripción común del nihilismo, pero engañosa, es la 'creencia en nada'. En cambio, una mucho más útil sería sustituir 'fe' por 'creencia', donde fe es definida como "la firme creencia en algo para lo cual no hay ninguna prueba". Entonces, una definición universal de nihilismo puede ser el rechazo de aquello que requiere fe para la salvación o la realización, y abarcaría cualquier cosa desde la teología hasta la ideología secular. Dentro del nihilismo la fe y los valores similares son descartados porque no tienen ninguna sustancia objetiva y absoluta, no son válidos y sólo sirven como otra mentira explotable que no produce ningún resultado benéfico

El segundo elemento que el nihilismo rechaza es la creencia en un propósito final, que el universo está construido sobre eventos no aleatorios y que todo está estructurado con el fin de una revelación final decisiva. Esto se llama teleología y es el error de las falsas soluciones.

El nihilismo existencial es un mundo de ideas pasivas, el cual gira alrededor de temas como el sufrimiento y la inutilidad, e incluso está relacionado con el misticismo Oriental como el Budismo. En un sentido más directo, el nihilismo 'social' existencial se manifiesta en el sentido de aislamiento, inutilidad, angustia y la desesperanza en la existencia, cada vez más frecuente dentro del mundo digital moderno. Una manera directa de describirlo sería 'la separación de todo'.

El nihilismo político se define como darse cuenta que "las condiciones en la organización social son tan pésimas que hacen deseable su destrucción por su propio bien, independiente de cualquier posibilidad o programa constructivo." Tiene que ver con la autoridad y las estructuras sociales en lugar de simplemente la introspectiva y las emociones personales del nihilismo existencial.
Una definición estimable y sucinta de un nihilista (político) viene de la novela de Iván Turgenev de 1861, Padres e Hijos, "Un nihilista es una persona que no se somete ante ninguna autoridad, aquella que no acepta ningún principio basado en la fe, por más que ese principio sea reverenciado."

El Nihilismo Histórico
Los primeros nihilistas probablemente eran como los sofistas griegos que vivieron hace 2,500 años. Usaban sus habilidades oratorias y el discurso argumentativo para desafiar los valores sobre los cuales se posaban las creencias diarias. Los sofistas griegos, como Gorgias, representaron el inicio de la filosofía y el primer conflicto entre las creencias místicas tradicionales y las ideas racionales y escépticas del mundo natural. Fue tan básico como la diferencia entre una percepción del mundo basada en las emociones y otra en el pensamiento. Debido a que los sofistas desafiaron las creencias establecidas, a menudo eran condenados por las autoridades públicas y los críticos como corruptores de la moral o algo peor.

Uno de los primeros escritores nihilistas de la era moderna fue el danés Soren Aabye Kierkegaard, que vivió de 1813 a 1855. Kierkegaard fue un filosofo, único, pero también enigmático. Su contribución más importante fue la filosofía del existencialismo, que de muchas formas fue una negación de la imperante filosofía Hegeliana. Las bases para el existencialismo estaban profundamente arraigadas en el Protestantismo Luterano de Kierkegaard, y reflejaban los ideales de lo subjetivo de la verdad y la naturaleza de la vida como una búsqueda exclusivamente individual.

Para ser sucinto, el existencialismo postula que la existencia está basada en la experiencia, y esta experiencia es una sensación exclusivamente individualizada; (mi realidad no es tu realidad). A finales del Siglo XX la moderna 'filosofía' cuántica regresa a este tema de la realidad solipsista usando matemáticas empíricas.

Los Nihilistas Rusos
El nihilismo político se remonta a la última mitad de 1800, al menos en Rusia, como un movimiento revolucionario con el objetivo declarado de derrocar la autoridad del Zar.

El Anarquismo
Tanto los nihilistas modernos como los anarquistas pueden trazar sus raíces en la intensa personalidad de Mikhael Bakunin en el Siglo XIX, quien de forma sucinta reflejó el sentimiento nihilista con su famoso argumento: "Déjenos poner nuestra confianza en el eterno espíritu que destruye y aniquila, sólo porque es la fuente eternamente creativa e inescrutable de todo."

El Nihilismo como Filosofía
El nihilismo es el rechazo de la filosofía, así como de la nebulosa metafísica al que tal razonamiento inevitablemente desciende. Si uno quiere esto del nihilismo se puede construir, incluso más que cualquier otro conjunto de ideas, pero el sólo hacerlo conduce hacia paradojas y contradicciones, es como querer encontrar valor en lo que no vale o una creencia literal en la nada; de momento intenta con la incredulidad en la gravedad.

El nihilismo es el resultado de darse cuenta que todos los valores modernos y morales son completamente falsos e improductivos, la última estima que esta moral levantó conduce a una catastrófica retirada hacia el extremo opuesto al darse cuenta que es un engaño.

El Nihilismo no es como cualquier otra ideología que establece como primicia una meta vaga en el futuro y obliga a que todo lo presente se ajuste a esa fantasía. El nihilismo está contra el orden, es lo opuesto a cualquier otra ideología y teología que busca imponer una concepción absoluta de la manera en que deben ser las cosas, ya que simplemente esa no es la manera en que funcionan las cosas. La vida no puede controlarse por una simple y confeccionada respuesta universal o construyendo un orden perfecto que durará por siempre. El Nihilismo funciona con la expectativa de que el futuro y sus requerimientos siempre son desconocidos y lo que podemos hacer es prepararnos para ajustarnos al presente e intentar enfrentar cualquier reto que surja en el transcurso de la existencia; de esta manera el Nihilismo no se preocupa mucho por las consecuencias como lo hace con el aquí y ahora, de aquí su propia definición.



El Nihilismo en NIETZSCHE
Para Nietzsche la crítica al idealismo, al evolucionismo, al positivismo y al romanticismo no tiene final. Estas teorías son cosas humanas, demasiado humanas, que se presentan como verdades eternas y absolutas que hay que desenmascarar. Más aún: Nietzsche, en nombre precisamente del instinto dionisíaco, en nombre de aquel saludable hombre griego del siglo vi a.C. que ama la vida y que es totalmente terrenal, anuncia por un lado la muerte de Dios, y por el otro lleva a cabo un ataque a fondo contra el cristianismo, cuya victoria sobre el mundo antiguo y sobre la concepción griega del hombre envenenó la humanidad. Además Nietzsche se enfrenta con las raíces de la moral tradicional, realiza su genealogía y descubre que es la moral de los esclavos, de los débiles y de los derrotados , que se hallan resentidos contra todo lo que es noble, hermoso y aristocrático.

Sostiene que el nihilismo es el proceso que sigue la conciencia del hombre occidental y que quedaría expresado en estos tres momentos:
-       El nihilismo como resultado de la negación de todos los valores vigentes: es el resultado de la duda y la desorientación.
-       El nihilismo como autoafirmación de esa negación inicial: es el momento de la reflexión de la razón.
-       El nihilismo como punto de partida de una nueva valoración: es el momento de la intuición, que queda expresada en la voluntad de poder, en quien se expresa a su vez el valor de la voluntad.

Esta es la base sobre la que ha de construirse, según Nietzsche, la nueva filosofía. El hombre provoca, en primer lugar, la muerte de Dios, sin apenas darse cuenta de ello. En segundo lugar, el hombre toma conciencia plena de la muerte de Dios y se reafirma en ella. En tercer lugar, y como consecuencia de todo lo anterior, el hombre se descubre a sí mismo como responsable de la muerte de Dios descubriendo, al mismo tiempo, el poder de la voluntad, e intuyendo la voluntad como máximo valor.

Para Nietzsche, el nihilismo es un advenimiento de unas repetidas frustraciones en la búsqueda de significado o más precisamente "la desvalorización de los valores supremos". Nihilismo en Nietzsche se refiere al proceso histórico que surge en el reconocimiento de un valor sumo y termina en la asunción o reconocimiento de múltiples cosas valorables al volverse inoperante lo que antes se mostraba como lo supremo. Acontece en nuestro tiempo como manifestación de la ausencia de una medida única y al mismo tiempo como la proliferación de múltiples medidas, que en cada caso, pueden aparecer como válidas. Nietzsche ve en el despliegue del nihilismo toda fundación de cultura europea, la que surge como destino necesario de este proceso.

Nietzsche emplea el término nihilismo al menos con dos significados:

Nihilismo activo: Nietzsche lo ve como signo del creciente poder espiritual,  intenta mostrar cómo los valores dominantes son una pura nada, una invención; la filosofía nietzscheana es nihilista en este sentido pues propone la destrucción completa de todos los valores vigentes y su sustitución por otros radicalmente nuevos (propone la "transmutación de todos los valores"). Este nihilismo es una fase necesaria para la aparición de un nuevo momento en la historia de la cultura, para el reencuentro con el "sentido de la tierra", la aparición de una nueva moral y de un nuevo hombre, el superhombre. 

Nihilismo pasivo: A este tipo de nihilismos lo describe como decadencia y retroceso del poder  del espíritu, es una de las consecuencias de la "muerte de Dios", aparece por  la conciencia del carácter radicalmente infundado de la creencia en lo sobrenatural, de la creencia religiosa en el mundo del espíritu. Durante siglos nuestra cultura ha considerado que los valores descansan en algo trascendente, que existe un ámbito objetivo gracias al cual la existencia tiene sentido.

Puede decirse que Nietzsche se lanza con una especie de alegría espantosa al callejón sin salida al que empuja metódicamente a su nihilismo. Su finalidad confesada es hacer insoportable la situación para el hombre de su época. La única esperanza parece consistir para él en llegar al extremo de la contradicción. Si entonces el hombre no quiere perecer entre los nudos que le ahogan, tendrá que cortarlos de un golpe y crear sus propios valores.

La muerte de Dios no termina nada y no se puede vivir sino con la condición de preparar una resurrección. "Cuando no se encuentra la grandeza en Dios -dice Nietzsche-, no se la encuentra en ninguna parte; hay que negarla o crearla". Negarla era la tarea del mundo que le rodeaba y que veía correr al suicidio. Crearla fue la tarea sobre humana por la que quiso morir.

Bibliografía
-       Friedrich Nietzsche, "Así habló Zaratustra", (Del hombre superior).
-       Friedrich Nietzsche , "De la gaya scienza", (El loco).
-       Historia del pensamiento filosófico y científico, tomo III "del romanticismo hasta hoy",
Giovanni Reale y Darío Antiseri.
-       www.es.wikipedia.org
[1] El Nihilismo

Nietzscheana
  
 Filosofia.idoneos.com:
El Nihilismo europeo
Martin Heidegger. Traducción de Juan Luis Vermal, en HEIDEGGER, M., Nietzsche II, Ediciones Destino, Barcelona, 2000.

Heideggeriana

Friedrich Nietzsche: El Nihilismo: Escritos póstumos.

3 de octubre de 2012

FRANCO VOLPI: EL NIHILISMO


Franco Volpi (Vicenza, Italia, 1952), uno de los filósofos más prestigiosos de Europa, visitó ayer Granada para participar en el Encuentro Internacional de Filosofía 'La tarea de pensar frente al reto del nihilismo', organizado por el Centro Mediterráneo de la Universidad. Autor de una historia de esa corriente de pensamiento, publicada en español en 2007 por Siruela, el pensador asegura que esta forma de ver el mundo puede ser útil en estos tiempos convulsos.

Volpi, Franco

-¿Qué es el nihilismo en el siglo XXI?
-Cada vez que hay algo negativo, siniestro o problemático, no hay analista, periodista o intelectual que no recurra a esta categoría. Se utiliza para explicar lo negativo que caracteriza a nuestro mundo. Tiene un sentido múltiple y por eso necesita un análisis filosófico.

-Pero, ¿es correcto contemplar el nihilismo como algo negativo?
-En cuanto a categoría que sirve para analizar lo que acontece en nuestro mundo, tiene una cara hermosa. Hay un lado bello en el nihilismo. Si uno analiza la historia de la palabra se da cuenta de que el término nace en el marco de una discusión muy técnica, y que tan sólo con el fenómeno del nihilismo ruso, descrito en la gran literatura de Turgueniev y Dostoievski, se convierte en una categoría de análisis social de lo negativo. Lo primero es aclarar lo que significa, su historia y su empleo actual. Y después, tomar posiciones filosóficas frente al fenómeno. Primero hay que distinguirlo de otras categorías, como el terrorismo: justamente por causa de lo que aconteció en Rusia, a menudo se dice que los terroristas son nihilistas. Y yo creo que esto es una equivocación, porque los terroristas no es que no crean en nada, es que tienen la idea de poseer una verdad absoluta, y por eso se vuelven asesinos. El nihilismo es lo contrario: una visión del mundo en la que se debilitan los factores de queja y de conflicto. Si uno no cree en nada no se vuelve un asesino, dogmático o fanático. El nihilismo produce tolerancia, produce la capacidad de aceptar visiones del mundo distintas.

-¿Usted se considera nihilista?
-En un cierto sentido sí, pero al mismo tiempo soy alguien que trata de ir más allá del nihilismo, porque vivir sin valores, sin visiones del mundo fuertes, es muy difícil. Avanzar sin herramientas de navegación, a ciegas, es difícil.

El Dios de los ejércitos

Ha dicho que Nietzsche sigue vivo. ¿Qué significa?
-Nietzsche, con su célebre diagnóstico según el cual Dios ha muerto o se ha retirado, describió con mucha anticipación lo que está aconteciendo hoy. Por un lado, en el mundo occidental los valores pierden su fuerza de convicción y hay desorientación. Por otro lado, ha vuelto el Dios de los ejércitos, las visiones de mundo dogmáticas y absurdas que recurren a la violencia para imponerse. Por un lado, la sociedad occidental está débil, incapaz de defenderse y de defender sus valores fundamentales; como los romanos, que asimilan el punto de vista de los bárbaros porque no tienen el suyo. En Occidente desaparece el poder de los evangelios y del manifiesto del Partido Comunista y el futuro queda en manos de Coca Cola y de la pornografía. Por otro lado, está el fenómeno de los fundamentalismos y fanatismos, motivados sobre todo por la religión, que atacan al mundo occidental. El relativismo o el nihilismo puede producir valores compartidos, tolerancia, aceptación del otro, diálogo intercultural... El nihilismo no es sólo algo negativo, sino algo que fomenta la convivencia entre culturas distintas.

-Usted ha publicado varias obras divulgativas de Filosofía, incluida una enciclopedia. ¿Qué papel tiene la Filosofía en el mundo actual?
-La Filosofía no es sólo una actividad profesional que se hace en las universidades. Es la tarea de pensar, de desarrollar potencialidades críticas, de reflexionar sobre lo que somos, de dónde venimos y a dónde vamos. La Filosofía no es tan sólo la construcción de un edificio teórico coherente pero indiferente a la vida que vivimos, sino más bien una manera de vivir la vida de forma consciente y crítica. Es un instrumento fundamental para proporcionar a nuestra vida una forma lograda.

-La tarea de pensar, ¿es para todos?
-Pensar es una tarea para todos, pero necesita una preparación. Y las personas normalmente en la vida cotidiana no piensan mucho. No tenemos tiempo para pensar porque estamos vinculados a un engranaje que nos domina.

Obama y la esperanza
-Mucha gente de todo el mundo está esperanzada con la victoria electoral de Barack Obama y sus posibilidades de cambiar el mundo. ¿Hay una epidemia de ingenuidad o tienen razón?

-Yo creo que tienen razón. La victoria de Obama representa un cambio radical frente a una política que ha llevado a la humanidad a conflictos culturales muy fuertes, a guerras, a violencias, a un uso desproporcionado de los recursos, que ha acelerado los problemas de la globalización. Obama representa una señal de cambio y espero que ese cambio se concrete en la realidad.

-Hace poco criticó al escritor colombiano Gabriel García Márquez por su tratamiento de la pedofilia en 'Memoria de mis putas tristes'. ¿Ha terminado esa polémica?
-No era una polémica contra él, sino una simple observación sobre nuestra sociedad. García Márquez escribe una novela en la que vehicula, como si fuera normal, una idea moralmente repugnante: un viejito de 90 años que puede comprarse una joven virgen y abusar de ella. No se sabe si lo cuenta con ánimo de condena o de describir lo que pasa. Yo tengo la opinión más alta del papel de la literatura y García Márquez es un escritor comprometido con ciertos valores sociales. Pero, ¿en qué sociedad estamos viviendo si por un lado aceptamos eso como normal y por otro nos escandalizamos de los sitios web pedófilos y pedimos que se cierren? La misma idea se acepta si la vehicula un Premio Nobel y se condena de manera violenta si llega de otra forma. No critico a García Márquez; sólo me pregunto cuál es el papel de la literatura: ¿crítico?, ¿descriptivo?, ¿observador?... Además, nosotros estamos en Europa, pero uno va a América Latina y le parece que allí todavía no se han conseguido los derechos fundamentales de las mujeres. Hay un machismo muy difundido y preocupante.

-Acaba de publicar el libro 'El dios de los ácidos'. ¿Cuál es su postura ante las drogas?
-El libro fue un pequeño divertimento. Por casualidad entré en contacto con el descubridor del LSD, Albert Hoffman, y a través de su descripción de la modificación de la conciencia me di cuenta de que este fenómeno es uno de los grandes problemas del mundo actual. Por un lado, hay una difusión de masas de la cultura de la droga y, por otro, no hay una elaboración teórica y simbólica suficiente de este fenómeno, al contrario que en sociedades llamadas primitivas, donde encuentras una utilización sagrada de las drogas y una elaboración teórica y teológica sobre ellas. Nuestra sociedad no ha sido capaz, y entonces estamos dominados por el fenómeno, y no somos capaces de solucionarlo.

-Uno de los filósofos españoles más populares, Fernando Savater, acaba de ganar el premio literario económicamente mejor dotado del país. ¿Qué le parece?
-Aunque sé que hay mucha gente que lo critica, Fernando Savater me parece un hombre inteligentísimo, que sabe comunicar y dialogar, y un escritor muy hábil que logra mostrar cómo la filosofía puede decir algo a nuestra sociedad. No puedo juzgar su calidad literaria como novelista porque no manejo suficientemente el español. Pero me alegro de que haya conseguido este premio.

igallastegui@ideal.es

Publicado en el Ideal de Granada : Jueves, 4 octubre 2012

El nihilismo de Franco Volpi : La caverna

El Nihilismo de Franco Volpi

«Huésped inquietante» llamó Nietzsche al nihilismo. Huésped también inesperado, pues surgió cuando la razón y la técnica parecían abrir al hombre perspectivas fáusticas que volvían a dar actualidad al «seréis como dioses» que la Serpiente dirigió a la primera pareja humana. Y es un huésped, sobre todo, del que, una vez en casa, no hay forma de desentenderse. 

Pero ¿qué es realmente el nihilismo? ¿En qué momento de la historia surge? ¿Qué circunstancias y actores contribuyeron a su alumbramiento y a su sostenimiento? ¿Qué podría superarlo? Para responder a esas preguntas, Franco Volpi emprende un riguroso análisis histórico y conceptual en el que pasa revista a la Ilustración, el romanticismo, el existencialismo y el tecnicismo predominante en el mundo contemporáneo. 

Al hilo de ese análisis histórico, somete a examen el pensamiento de figuras tan relevantes como Turguéniev, Max Stirner, Dostoievski, Nietzsche, Heidegger, Jünger y otras que sirven para ilustrar las manifestaciones más importantes del nihilismo a lo largo de los siglos XIX y XX.

Volpi, Franco. El nihilismo. Siruela, Madrid,2007, 219 págs.Traducción: Cristina del Rosso y Alejandro Vigo

El psicoanalistalector 
In memoriam Franco Volpi

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