Gregor Mendel
Nombre de nacimiento Gregor Johann Mendel
Apodo Father of Genetics, Father
of the Modern Genetics, Padre de la genética y Padre de la genética moderna
Nacimiento 20 de julio de 1822:
Heinzendorf, Imperio Austríaco
Fallecimiento 6 de enero de 1884: (61
años)
Brno, Austria-Hungría
Educación: Educado en universidad de Viena
Información
profesional: Área genética, historia natural,
Conocido por Descubrimiento de las
leyes de la genética
Cargos ocupados Abad (desde
1868)
Empleador Abadía de Santo
Tomás de Brno
Abreviatura en botánica Mendel
Distinciones : Orden de
Francisco José Ver
Notas: religioso católico
Gregor Mendel.
Gregor Johann Mendel (Heinzendorf, Imperio austriaco, actual Hynčice,
distrito Nový Jičín, República Checa; 20 de julio de 18221-Brno, Imperio
austrohúngaro; 6 de enero de 1884) fue un monje agustino católico y
naturalista. Formuló, por medio de los trabajos que llevó a cabo con diferentes
variedades del guisante o arveja (Pisum sativum), las hoy llamadas leyes de
Mendel que dieron origen a la herencia genética.
Los primeros trabajos en
genética fueron realizados por Mendel. Inicialmente efectuó cruces de semillas,
las cuales se particularizaron por salir de diferentes estilos y algunas de su
misma forma. En sus resultados encontró caracteres, los cuales, según el alelo
sea dominante o recesivo, pueden expresarse de distintas maneras. Los alelos
dominantes, se caracterizan por determinar el efecto de un gen y los recesivos
por no tener efecto genético (dígase, expresión) sobre un fenotipo
heterocigótico.
Su trabajo no fue valorado cuando lo publicó en 1865. Hugo de Vries,
Carl Correns, Erich von Tschermak y William Bateson, quien acuñó los términos
"genética" (término que utilizó para solicitar el primer instituto
para el estudio de esta ciencia) y "alelo" (extendiendo las leyes de
Mendel a la Zoología),2 redescubrieron por separado las leyes de Mendel en
1900.3
Índice
1 Biografía
2 Leyes
de Mendel (1865)
3 Experimentos
de Mendel
4 Mendel
y la apicultura
5 La
paradoja mendeliana
6 Honores
6.1 Epónimos
7 abreviatura
(botánica)
8 referencias
9 enlaces
externos
Biografía
Escudo de armas de Gregor Mendel como abad de Santo Tomás de Brno.
Gregor Mendel nació el 20 de julio de 1822 en un pueblo llamado
Heinzendorf (hoy Hynčice, en el norte de Moravia, República Checa) en la
provincia austriaca, y fue bautizado con el nombre de Johann Mendel. Tomó el
nombre de padre Gregorio al ingresar como fraile agustino, el 9 de octubre de
1843, en el convento de agustinos de Brno (conocido en la época como Brünn) y
sede de clérigos ilustrados. El 6 de agosto de 1847 fue ordenado sacerdote.4
En 1849 realizó un examen con intención de ingresar como profesor en una
escuela secundaria en Znojmo, pero suspendió. En 1851 ingresó a la Universidad
de Viena donde estudió historia, botánica, física, química y matemática. Allí
comenzaría diversos análisis sobre la herencia de las abejas.
Mendel fue titular de la prelatura de la Imperial y Real Orden Austriaca
del emperador Francisco José I, director emérito del Banco Hipotecario de
Moravia, fundador de la Asociación Meteorológica Austriaca, miembro de la Real
e Imperial Sociedad Morava y Silesia para la Mejora de la Agricultura, Ciencias
Naturales, Conocimientos del País y jardinero (aprendió de su padre como hacer
injertos y cultivar árboles frutales).
Mendel presentó sus trabajos en las reuniones de la Sociedad de Historia
Natural de Brünn5(Brno) el 8 de febrero y el 8 de marzo de 1865, y los publicó
posteriormente como Experimentos sobre hibridación de plantas (Versuche über
Plflanzenhybriden) en 1866 en las actas de la Sociedad. Sus resultados fueron
ignorados por completo, y tuvieron que transcurrir más de treinta años para que
fueran reconocidos y entendidos.3 Charles Darwin, que podría haber sacado
mucho partido a este trabajo de Mendel, no llegó a conocerlo.6
Al tipificar las características fenotípicas (apariencia externa) de los
guisantes las llamó «caracteres». Usó el nombre «elemento» para referirse a las
entidades hereditarias separadas. Su mérito radica en darse cuenta de que en
sus experimentos (variedades de guisantes) siempre ocurrían en variantes con
proporciones numéricas simples.
Los «elementos» y «caracteres» han recibido posteriormente muchos
nombres, pero hoy se conocen de forma universal con el término genes, que
sugirió en 1909 el biólogo danés Wilhelm Ludwig Johannsen. Y, para ser más
exactos, las versiones diferentes de un gen responsables de un fenotipo particular
se llaman alelos. Los guisantes cuyas semillas son verdes y amarillos
corresponden a distintos alelos del gen responsable del color de las semillas.
Mendel falleció el 6 de enero de 1884 en Brünn, a causa de una nefritis
crónica.
Leyes de Mendel
Primera ley o principio de la uniformidad: «Cuando se cruzan dos
individuos de raza pura, los híbridos resultantes son todos iguales». El cruce
de dos individuos homocigóticos, uno de ellos dominante (AA) y el otro recesivo
(aa), origina solo individuos heterocigóticas, es decir, los individuos de la
primera generación filial son uniformes entre ellos (Aa).
Segunda ley o principio de la segregación: «Ciertos individuos son
capaces de transmitir un carácter aunque en ellos no se manifieste». El cruce
de dos individuos de la F1, que es la primera generación filial, (Aa) dará
origen a una segunda generación filial en la cual reaparece el fenotipo
"a", a pesar de que todos los individuos de la F1 eran de fenotipo
"A". Esto hace presumir a Mendel que el carácter "a" no
había desaparecido, sino que solo había sido "opacado" por el
carácter "A" pero que, al reproducirse un individuo, cada carácter se
segrega por separado.
Tercera ley o principio de la combinación independiente: Hace referencia
al cruce polihíbrido (Mono híbrido: cuando se considera un carácter;
polihíbrido: cuando se consideran dos o más caracteres). Mendel trabajó este
cruce en guisantes, en los cuales las características que él observaba (color
de la semilla y rugosidad de su superficie) se encontraban en cromosomas
separados. De esta manera, observó que los caracteres se transmitían
independientemente unos de otros. Esta ley, sin embargo, deja de cumplirse
cuando existe vinculación (dos genes están muy cerca y no se separan en la
meiosis).
Algunos autores obvian la primera ley de Mendel, y por tanto llaman
«primera ley» al principio de la segregación y «segunda ley» al principio de la
transmisión independiente (para estos mismos autores, no existe una «tercera
ley»).
Experimentos de Mendel
Mendel inició sus experimentos eligiendo dos plantas de guisantes que
diferían en un carácter, cruzó una variedad que producía semillas amarillas con
otra que producía semillas verdes; estas plantas forman la llamada generación
parental (P).
Como resultado de este cruce se produjeron plantas que producían nada
más que semillas amarillas, repitió los cruces con otras plantas de guisante
que diferían en otros caracteres y el resultado era el mismo, se producía un
carácter de los dos en la generación filial. Al carácter que aparecía lo llamó
carácter dominante y al que no, carácter recesivo. En este caso, el color
amarillo es uno de los caracteres dominantes, mientras que el color verde es
uno de los caracteres recesivos.
Las plantas obtenidas de la generación parental se denominan en conjunto
primera generación filial (F1).
Mendel dejó que se auto fecundarán las plantas de la primera generación
filial y obtuvo la llamada segunda generación filial (F2), compuesta por
plantas que producían semillas amarillas y por plantas que producían semillas
verdes en una proporción aproximada a 3:1 (tres de semillas amarillas y una de
semillas verdes). Repitió el experimento con otros caracteres diferenciados y
obtuvo resultados similares en una proporción 3:1.
A partir de esta experiencia, formuló las dos primeras leyes.
Más adelante decidió comprobar si estas leyes funcionaban en plantas
diferenciadas en dos o más caracteres, para lo cual eligió como generación
parental a plantas de semillas amarillas y lisas y a plantas de semillas verdes
y rugosas.
Las cruzó y obtuvo la primera generación filial, compuesta por plantas
de semillas amarillas y lisas, con lo cual la primera ley se cumplía; en la F1
aparecían los caracteres dominantes (amarillos y lisos) y no los recesivos
(verdes y rugosos).
Obtuvo la segunda generación filial autofecundando a la primera
generación filial y obtuvo semillas de todos los estilos posibles, plantas que
producían semillas amarillas y lisas, amarillas, verdes y rugosas; las contó y
probó con otras variedades y se obtenían en una proporción 9:3:3:1 (nueve
plantas de semillas amarillas y lisas, tres de semillas amarillas y rugosas,
tres de semillas verdes y lisas y una planta de semillas verdes y rugosas).
Busto de Gregor Mendel. |
Mendel y la apicultura
Escultura de Mendel en el jardín del convento de Brno en el que
investigó.
Un aspecto no muy conocido fue su dedicación durante los últimos 10 años
de su vida a la apicultura. Mendel reconoce que las abejas resultaron un modelo
de investigación frustrante. Es probable que el experimento realizado con
abejas tuviera como objetivo confirmar la teoría de la herencia.
En 1854 Mendel discute en Silesia con los apicultores la hipótesis de
Jan Dzierzon que enuncia que las reinas infértiles o los huevos que no son
fecundados por esperma de los machos producen zánganos, produciéndose reproducción
sexual en las hembras y reproducción asexual en los machos o zánganos. A este
proceso Jan Dzierzon lo denominó partenogénesis.
La teoría de Dzierzon fue confirmada por hibridación, si bien el cruce
de abejas es difícil, pues durante el vuelo nupcial de la reina no debe haber
zánganos extraños. Por ello, Mendel construyó una jaula de tejido de cuatro
metros de largo y cuatro de alto, situando la colmena en el interior de ella,
para lograr el objetivo deseado que era realizar los cruces necesarios para
lograr los híbridos de diferentes razas de abejas. Pero la teoría de Dzierzon
no se confirmó en vida de Mendel. Seguramente lo que Mendel pretendía era
probar la segregación de caracteres genéticos.
El director de la Sociedad de Apicultura de Brünn (Brno), Ziwansky,
proveyó diferentes razas de abejas de la especie Apis mellifera: italianas
(Apis mellifera ligustica), carniolas (Apis mellifera carnica), egipcias y
chipriotas, que los apicultores locales reproducían. Las chipriotas fueron
obtenidas directamente de Chipre por el conde Kolowrat. Algunas de las abejas
con diferencias de colores fueron obtenidas de Pernambuco (estado) (Brasil),
incluidos algunos especímenes de Sudamérica. Estos fueron enviados por el
profesor Macowsky a Mendel y eran abejas de la especie Trigona lineata,
melipónidos o abejas sin aguijón, criadas durante dos años sucesivos.
Mendel fue un activo miembro de la Sociedad de Apicultura de Brünn
(Brno) y en 1871 fue nombrado presidente de la misma. Entre el 12 y el 14 de
septiembre de 1871, Mendel y Ziwansky fueron delegados por la Asociación de
Apicultura de Brünn (Brno) al Congreso de Apicultura en lengua germana a
desarrollarse en Kiel. En 1873 Mendel declinó la presidencia y en 1874 fue
reelecto, pero por circunstancias personales privadas indicó que le resultaba
imposible ocupar el cargo. En 1877 se afirma, en Honigbienen (la revista de la
Asociación), que el prelado de las abejas poseía 36 colmenas. Pero en realidad
el interés biológico de Mendel residía en la relación que tienen las abejas con
las flores.
La paradoja mendeliana
En 1936, R. A. Fisher, prominente estadístico y genetista de
poblaciones, concluyó que los datos de la mayoría de “los experimentos de
Mendel, si no todos, fueron falsificados para responder a sus propias
expectativas.”7 En privado, Fisher describió el descubrimiento de que los
datos de Mendel habían sido "falseados" como una "experiencia
escandalosa"8
Según un historiador, 9 cuatro líneas de evidencia apoyan la
desalentadora opinión de Fisher:
1. Una y otra vez, las observaciones de Mendel se acercan incómodamente
a sus expectativas. Como dijo el Dr. Edwards, "uno puede aplaudir al
jugador afortunado, pero cuando este jugador vuelve a tener suerte mañana, y al
día siguiente, y al siguiente, uno tiene derecho a ser un poco
desconfiado."10 De hecho, los resultados tan cercanos a las expectativas,
como los reportados por Mendel, deberían ocurrir en sólo 1 de 33.000
repeticiones.11 En otras palabras, los resultados de Mendel son demasiado
buenos para ser verdad.
2. En un subconjunto de sus experimentos con guisantes, Mendel puso a
prueba la composición genética de plantas F2 mostrando la característica
dominante. Su teoría lo llevó a confirmar su expectativa de que la relación
entre heterocigotos y homocigotos en dichos casos es 2: 1. Sin embargo, debido
a que Mendel sólo probó 10 progenies por planta, puede demostrarse en términos
estadísticos que la relación esperada entre heterocigotos y homocigotos sería
de 1,7 a 1 AA. Mendel aparentemente esperaba, equívocamente, una relación
observable 2: 1.
De modo sorprendente, los resultados informados coinciden en
gran medida con esta ingenua expectativa. En general, semejante discrepancia
con la relación correcta 1.7 a 1 "apenas podría ocurrir por casualidad una
vez en 2000 ensayos" [3, p.162].
3. Es altamente probable que Mendel se haya encontrado con excepciones a
su ley de surtido independiente, pero que haya elegido no reportarlas en su
conocido artículo. Mendel, escribió Fisher, "puede haber tenido
conocimiento acerca de otros factores en los guisantes además de aquellos con
los cuales se vinculaban sus experimentos, los cuales, sin embargo, no podrían
haber sido introducidos sin provocar una complicación indeseable."7
4. El biógrafo de Mendel nos dice que Mendel pudo haber ordenado la
"destrucción póstuma de sus cuadernos científicos. Se había cansado de la
lucha y no deseaba ser expuesto a malas interpretaciones después de su
muerte."12 [p. 281]. ¿Podría la mala interpretación que preocupaba a
Mendel estar relacionada con irregularidades en sus registros?
Esto da lugar a la Paradoja Mendeliana. Por una parte, ¿podría la
ciencia de la genética deber sus orígenes a un fraude científico innecesario?
Por otra parte, todo lo que sabemos acerca de la personalidad de Mendel y su
amor a la ciencia sugiere que era incapaz tanto de desarrollar una conducta
fraudulenta de modo deliberado como de adaptar sus resultados de modo inconsciente
y a gran escala.
Ha habido varios intentos por resolver la paradoja
mendeliana.
1. La solución más directa sostiene que los datos reportados por Mendel
son estadísticamente sólidos. Franz Weiling,13 por ejemplo, llegó a la
conclusión de que Mendel informaba fielmente sus observaciones. Un análisis
exhaustivo del año 2008 llevó a Allan Franklin y a sus colegas a una conclusión
similar.14
Otros, sin embargo, insisten en que la Paradoja Mendeliana no puede
resolverse apelando a estadísticas. Por ejemplo, en 1966, Sewall Wright, otro
conocido genetista de poblaciones, concluyó que no había duda de que los datos
se ajustaban a las proporciones mucho más de lo que se puede esperar de
accidentes de muestreo."15 [p.173]. Veinte años más tarde, un estadístico
escribió:
"A pesar de muchos intentos de encontrar una explicación, la
sugerencia de Fisher de que los datos han sido sometidos a algún tipo de
arreglo debe mantenerse. Un nuevo análisis (…) confirma esta conclusión de dos
maneras distintas (…) Los resultados de Mendel realmente son demasiado
semejantes a los esperados. "16 [pp. 302, 310]).
2. Fisher conjeturó que tal vez "Mendel había sido engañado por
algún asistente que sabía demasiado bien lo que se esperaba."7 No
obstante, no hay evidencia de la existencia de tal asistente17 [p. 254] y es
muy poco probable que el meticuloso Mendel hubiera dejado que cualquier persona
desempeñara un papel tan decisivo en cada uno de sus experimentos.
3. El sesgo de confirmación implica el ajuste inconsciente de las
observaciones para adecuarse a las expectativas. Por ejemplo, Mendel, de modo
inconsciente e inintencionado, podría haber desechado algunas observaciones
para acercar los resultados generales a sus propias expectativas.18
4. Su escrito, subrayó Mendel, era un borrador de una conferencia,
"por ello la brevedad de la exposición, esencial para una lectura
pública"19 [p. 61]. Así, Mendel podría haber publicado selectivamente los
datos que mejor ilustraban las hipótesis que proponía.20 [p. 288]. Sin
embargo, por sí sola, esta explicación no suprime la sospecha de una violación
ética, ya que la forma adecuada de lidiar con las limitaciones de tiempo y
espacio implica el informe de una muestra representativa de los datos, no la
exposición de datos que coinciden con la propia teoría.
5. En ocasiones podría plantearse un conflicto entre el imperativo moral
de reportar imparcialmente las observaciones fácticas, y la urgencia aún más
importante de promover el conocimiento científico. Mendel, por ejemplo, podría
haberse sentido obligado a "simplificar sus datos para hacer frente a
inconvenientes editoriales reales o temidos."10
Tal hecho podría
justificarse por razones morales (y proporcionar así una resolución a la
Paradoja Mendeliana), ya que la alternativa –‘negarse a obedecer las
condiciones editoriales- podría haber significado una postergación en el avance
del conocimiento científico.
Del mismo modo, como tantos otros incomprendidos
innovadores de la ciencia21 Mendel, un incomprendido innovador de la clase
obrera, tuvo que "abrirse paso a través de los paradigmas del conocimiento
y los prejuicios sociales de su audiencia."22
Si este avance
"podía lograrse mejor omitiendo deliberadamente algunas observaciones de
su informe y ajustando otras para hacerlas más aceptables para su audiencia,
esas acciones podrían entonces justificarse por razones morales."9
It was not until decades later, when Mendel’s research informed the work of several noted geneticists, botanists, and biologists conducting research on heredity, that its significance was more fully appreciated, and his studies began to be referred to as Mendel’s Laws. Hugo de Vries, Carl Correns and Erich von Tschermak-Seysenegg each independently duplicated Mendel's experiments and results in 1900, finding out after the fact, allegedly, that both the data and the general theory had been published in 1866 by Mendel.
Questions arose about the validity of the claims that the trio of botanists was not aware of Mendel's previous results, but they soon did credit Mendel with priority. Even then, however, his work was often marginalized by Darwinians, who claimed that his findings were irrelevant to a theory of evolution. As genetic theory continued to develop, the relevance of Mendel’s work fell in and out of favor, but his research and theories are considered fundamental to any understanding of the field, and he is thus considered the "father of modern genetics."
Reference link
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Honores
En Chequia, la Universidad Mendel y el
Mendelianum, un centro dedicado a la obra de Mendel que forma parte del Museo
de Moravia, se ubican en la ciudad de Brno.23
En Sevilla, España, hay una calle con su
nombre.
En Viena, Austria, hay una calle con su
nombre.
En 1994, el Colegio Mayor Universitario Mendel
de Brno pasa a llamarse con su nombre en su honor.
Un colegio mayor de Madrid lleva su nombre.
En Argentina, el 8 de febrero se celebra el
día del Genetista, en honor a la primera fecha de la presentación de sus
trabajos.
En Aguascalientes, México Instituto Mendel
Epónimos
Botánica:
(Amaryllidaceae) Amaryllis mendelii Hort.24
(Aspleniaceae) Asplenium × mendelianum
D.E.Mey.25
(Asteraceae) Hieracium × mendelii Peter26
(Cactaceae) Mammillaria mendeliana (Bravo)
Werderm.27
(Cactaceae) Neomammillaria mendeliana Bravo28
(Chenopodiaceae) Chenopodium × mendelii
F.Dvořák29
(Orchidaceae) Aerides mendelii Hort. ex
E.Morren30
(Orchidaceae) Cattleya mendelii L.Linden &
Rodigas31
Astronomía:
Cráter lunar Mendel32
Cráter marciano Mendel33
Asteroide (3313) Mendel34
Abreviatura (botánica)
La abreviatura Mendel se emplea para indicar a
Gregor Mendel como autoridad en la descripción y clasificación científica de
los vegetales.35
Referencias
El 20
de julio es su cumpleaños; aunque frecuentemente se menciona como el 22 de
julio, día de su bautismo. Biografía de Mendel en el Museo Mendel
Marantz
Henig, Robin. El monje en el huerto. La vida y el genio de Gregor Mendel, padre
de la genética. Editorial Debate, España, 2001.
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«Cráter
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Web de
jpl. «(3313) Mendel».
Todos
los géneros y especies descritos por este autor en IPNI.
«Gregor Mendel». Índice Internacional de
Nombres de las Plantas (IPNI). Real Jardín Botánico de KIew, Herbario de la
Universidad de Harvard y Herbario nacional Australiano (eds.).
Enlaces externos
I Mendelismo
El mendelismo es la teoría de la herencia
creada por el sabio austríaco Gregor Mendel en la década del 60 del siglo XIX y
aceptada por la actual ciencia burguesa sobre la herencia. De acuerdo con esta
teoría, existen reglas de la herencia iguales para todos los organismos, desde
el guisante hasta el hombre. Las propiedades hereditarias (los factores) no
dependen del cambio del organismo y de sus condiciones de vida, pasan en forma
invariable de los antepasados a la descendencia en una asociación libre e
independiente, formando un casual mosaico de propiedades.
Según el mendelismo, los diversos caracteres
individuales de los antepasados son: 1) que aparecen nuevamente entre los
descendientes en forma invariable y 2) que la distribución en la descendencia
de los caracteres paternos es igual para todos los seres vivos, independientemente
de la variedad y complejidad de su organización.
Por cada descendiente con caracteres
hereditarios del padre hay uno con los de la madre y dos de tipo intermedio.
Estos últimos contienen los “factores” tanto del padre como de la madre, produciéndose
así, según Mendel, el “resquebrajamiento de los caracteres” en la proporción de
1:2:1.
El mendelismo encaminó la teoría de la
herencia por la vía de los recuentos formales de los caracteres en la
descendencia sin investigar el proceso, las causas y las condiciones del
desarrollo de dichos caracteres. Por eso, sobre la base del mendelismo no es
posible regir la formación de los caracteres en la descendencia, no es posible
regir la herencia.
La teoría del mendelismo acerca de la
identidad e inmutabilidad del “factor” en los padres, y los descendientes hasta
generaciones lejanas, es una teoría metafísica que niega la evolución. La
correlación numérica, supuesta por el mendelismo, de la distribución de los
caracteres en la descendencia, igual para todos los seres vivos, no corresponde
a la realidad, ya que en las diversas formas paternas en distintas condiciones
de su desarrollo hay un diferente grado de la diversidad de la descendencia.
Conociendo las leyes que rigen el desarrollo
del organismo es posible conocer cada vez más la formación de los caracteres en
la descendencia y regirlas por expresiones numéricas. Como lo demostraron los
experimentos del académico soviético T. D. Lisenko con diversas clases de
trigo, con la correspondiente selección de las formas cruzadas y la selección
de las condiciones de educación correspondientes a la naturaleza de los
híbridos, se puede obtener una plena homogeneidad de la descendencia.
Los
grandes sabios darwinistas soviéticos K. A. Timiriazev e I. V. Michurin han
demostrado en sus obras que las llamadas reglas de Mendel tienen un valor
parcial que en caso alguno pueden ser consideradas como una ley universal del
mundo orgánico.
Timiriazev criticó el mendelismo en una serie
de trabajos que componen la recopilación Darwinismo y Selección (1937).
Michurin hizo también una crítica del mendelismo en su trabajo “Con motivo de
la inadaptabilidad de las leyes de Mendel en la hibridización”, y otros.
II MENDELISMO
Teoría errónea y metafísica de la herencia,
creada por un monje austríaco, Gregor Mendel, durante la década del sesenta del
siglo XIX, y admitida por la genética reaccionaria contemporánea. Según esta
teoría, las leyes de la herencia son las mismas para todos los organismos,
desde la arveja al hombre. Las propiedades (factores), independientes de los
cambios que sobrevienen al organismo y de sus condiciones de existencia, son
trasmitidas sin modificación de los ascendientes a los descendientes, y forman
combinaciones libres e independientes, un mosaico de propiedades debidas al
azar.
Según el mendelismo, ciertos caracteres de los
ascendientes pueden reaparecer en los descendientes sin haber sufrido cambios,
y la repartición de los caracteres ancestrales es la misma para todos los seres
vivos, independientemente de la variedad y de la complejidad de su
organización. Para cada descendiente, portador del carácter hereditario
paterno, hay un descendiente heredero del carácter materno y dos de tipo
intermedio. Estos últimos comprenden los “factores” paterno y materno, y de esa
manera se produce, según Mendel, “la fisión de los caracteres” según la
relación 1:2:1.
El camino seguido por el mendelismo era
completamente formal, y consistía en contar los caracteres manifestados en la
descendencia en lugar de estudiar los procesos, las causas y las condiciones de
su desarrollo. Por esa razón, el mendelismo no puede servir para dirigir la
herencia. Al afirmar la identidad y la invariabilidad del “factor” en los
ascendientes y los descendientes, niega el desarrollo, es metafísico.
La relación numérica hipotética que liga los
factores de la descendencia supuestamente idéntica para todos los seres vivos,
no corresponde a ninguna realidad, dado que, para formas ancestrales diferentes
y en condiciones de desarrollo diferentes, el grado de diversidad de la
descendencia no es idéntico.
El mendelismo no es una teoría biológica; es
una teoría puramente estadística, que no revela las leyes reales de la
herencia, sino que substituye el estudio biológico de los fenómenos por métodos
matemáticos formales. El conocimiento de las leyes de desarrollo del organismo
permite dirigir cada vez mejor, la formación y el desarrollo de los caracteres
de la descendencia.
R. Timiriazev (ver), I. Michurin (ver) y T.
Lisenko han hecho una crítica severa del mendelismo como pseudoteoría de la
herencia. Timiriazev rechazó la tentativa realizada por un grupo de mendelianos
(Bateson, Keeble y otros) de refutar la teoría materialista de Darwin del
origen de las especies por la selección natural, y de reemplazarla por la
teoría reaccionaria de Mendel.
Timiriazev escribía entonces: “Es evidente que
es preciso buscar las causas de esta salida anticientífica en circunstancias de
un orden no científico. Este capricho extravagante que llenará de consternación
al futuro historiador de la ciencia, extrae su origen de otra manifestación no
sólo paralela, sino vinculada sin duda a la primera. Me refiero al
reforzamiento de la reacción clerical contra el darwinismo”.
En un artículo publicado en 1915 bajo el
título de “Las leyes de Mendel son inaplicables a la hibridación”, Michurin
demostró brillantemente sobre la base de sus experimentos que las “leyes de las
arvejas” de Mendel no podían servir para analizar las leyes de herencia en las
plantas frutales.
Los experimentos efectuados por el académico
Lisenko con numerosas especies de trigo han mostrado que por medio de una
juiciosa selección de las formas a cruzar y en condiciones de cultivos acordes
con la naturaleza de los híbridos, se puede obtener una descendencia totalmente
homogénea. En su obra Agrobiología (1952), Lisenko aporta numerosos hechos
experimentales que refutan completamente el mendelismo y sus pseudoleyes.
(Ver
igualmente Weismanismo - morganismo).
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