14 de junio de 2012

POLIS Contra CAOS

...Estamos en un contexto en el que la autoridad moral (interna)y la autoridad temporal (externa) han sido extrañadas del Logos, del Telos y del Nomos que constituyen el principio de armonía del orden humano; y se extiende el dominio del Anomos y del imperio de la Anomia.
Fernando Fuenzalida Vollmar: Metapolítica: entre el Nomos y el  Anomos.

En este blog comparto información sobre temas que aluden al intento racional (filosófico) de fundamentar la moral entendida en cuanto fenómeno del ethos.
 
Esta nota explica los términos que le dan razón a está bitácora: Nomos, Anomos, Polis, Caos, Civitas todos son términos que asociamos con la armonía del orden humano y son los que le dan sentido a su contenido.

 Nomos


ESTE TÉRMINO GRIEGO SE PUEDE TRADUCIR POR LEY, Y MÁS EN PARTICULAR LA LEY DE LA CIUDAD.

    La cuestión del fundamento de la ley de la ciudad, y en general de la ley moral y política, es una preocupación que ya se encuentra en los primeros filósofos, pero con los sofistas se hace más consciente y explícita. Las soluciones más comunes a esta cuestión ya las encontramos en la cultura griega y son las siguientes:

•        la ley tiene como fundamento lo sobrenatural;
•        la ley tiene como fundamento la naturaleza;
•     la ley descansa en los avatares humanos, en su historia y situaciones vitales concretas y contingentes.

La primer explicación dominó el mundo griego antiguo y es característica de la actitud mítica, de la justificación religiosa y la justificación teológica que encontramos en algunos filósofos como Santo Tomás.

La segunda explicación es más típicamente filosófica y es la que prefirieron la mayoría de filósofos griegos. Estos filósofos creyeron que la naturaleza podía darnos un criterio para establecer la corrección de las leyes morales al considerar que lo bueno es lo natural y lo malo lo antinatural.

La tercera explicación consiste en justificar el derecho y la ley de la ciudad indicando que ésta es convencional, consecuencia de los avatares humanos y en último término arbitraria. En la actualidad se suelen dar explicaciones de este tipo para explicar el origen de los derechos básicos(así, se habla de la voluntad soberana de los ciudadanos para regir su destino y establecer el código moral al que se han de someter).

La posición de los sofistas al respecto no es clara: si identificamos el movimiento sofista con las tesis relativistas de Protágoras, parece que defendieron el carácter no objetivo, arbitrario, de las leyes morales, sugiriendo que cada cultura o sociedad tiene su punto de vista, sus valoraciones y códigos morales, no siendo mejor ni peor ninguno de ellos.

En los sofistas de la segunda generación como Trasímaco encontramos un punto de vista diferente.

Este sofista recupera el papel de la Naturaleza en la cuestión de la fundamentación de la ley, pero considera que las leyes vigentes en las ciudades no son adecuadas, precisamente por no ser naturales. Su visión de la naturaleza le lleva a considerar a ésta como un lugar de enfrentamiento y lucha entre las distintas especies e individuos, como el ámbito en el que sobreviven los más capaces, los mejor dotados.

Cree encontrar dos principios básicos en la Naturaleza: la ley del más fuerte y el egoísmo. Como consecuencia de ello, y aunque los textos de los que disponemos son fragmentarios y confusos, parece que defendió la necesidad del dominio del fuerte sobre el débil también en la sociedad.

Anomos

El termino se menciona en las escrituras. En la epístola a los Tesalonicenses, Pablo señala:

...y éstos son los más peligrosos, pues tienen mayor poder para confundir y engañar, a estos ... el apóstol Pablo los llama de impíos [ὁ ἄνοµος ] y al máximo líder de ellos él lo califica como ] “el hombre de pecado” [ὁ ἄνθρωpος tῆς ἁµaρtίaς]

Es resaltante notar que “ἄνοµος” al lado del artículo definido “ὁ” debe ser entendido  como refiriéndose al “anticristo”,
                                       
 ...Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
... inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,

2:7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
2:8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca,  y destruirá con el resplandor de su venida;
2:9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
2:10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
2:11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,
2:12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

Asociado tambien se encuentra el termino  katéjon:

Qué significado tiene el término griego katéjon (κατέχων) según el tenor y contexto con el que lo emplea san Pablo en 2 Tes 2, 8. Se trata del participio activo del verbo katéjo (κατέχω), y aparece en nominativo singular masculino. En la Biblia de Jerusalén lo traducen por "el que retiene", y el participio, si lo sustantivamos, puede traducirse por 'obstáculo'. Katéjon, el que retiene, parece ser un misterioso personaje que por ahora está reteniendo al Impío, quien trabajará a la luz del día, visto por todos, lo cual será una señal que sucederá antes de que sobrevenga la Venida definitiva de Cristo en la Parusía. La nota de la Biblia de Jerusalén al versículo anterior, el número 6, dice:

    "Pablo atribuye el retraso de la Parusía a algo (2 Tes 2, 6) o alguien (v. 7) que 'retiene': una fuerza o persona que impide la manifestación del Anticristo (y que debe preceder a la Parusía). Los destinatarios de la carta captaban al parecer la alusión, pero para nosotros es un enigma, a pesar de las abundantes  explicaciones que se han propuesto".

Anomia.

(Del gr. ἀνομία).
1. f. Ausencia de ley.
2. f. Psicol. y Sociol. Conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación.

Polis contra Caos

Según la Teogonía de Hesíodo, Caos fue lo primero que existió, y luego enumera otras figuras cosmogónicas elementales como Gea (la Tierra), Tártaro y Eros. Pero Caos no engendró estas deidades elementales, sino que es cabeza de una genealogía de dioses asociados a lo incorpóreo: Nix (la Noche) y Érebo son sus hijos, Éter y Hemera (el Día) sus nietos.

Una importante tradición filológica considera que Caos es la hendidura o resquicio situada entre el cielo y la tierra. Hesíodo relata en la Titanomaquia que Zeus, al lanzar el rayo a los Titanes, hace estremecer a Caos, y compara este hecho con el acercamiento entre Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra).

Este pasaje, sumado al valor semántico de la palabra Chaos, hace admisible la interpretación de F.  Cornford, según la cual las palabras del verso 116 (Χάος γένετ᾽) deben traducirse como ‘surgió el resquicio entre la tierra y el cielo’. En algunas  interpretaciones se piensa que lo que Hesíodo quiso decir es que al principio había un todo informe, que el cielo y la tierra formaban una masa indiferenciada y en el principio relatado se separaron: lo primero es esta separación, que luego se reduplica figurativamente en el nacimiento de Urano a partir de Gea, y mitopoyéticamente en el relato de la castración de Urano por parte de Crono.

Una variante de esta interpretación indica que Hesíodo parte de la imagen del cosmos como cavidad formada por la bóveda el cielo y la tierra como suelo, y luego suprime mentalmente a ambos para llegar a un concepto como Caos. Es algo completamente indeterminado, lo que viene indicado por el hecho de que la palabra para designarlo es gramaticalmente neutra. Esto lo acerca al ἄπειρον (ápeiron, ‘lo indeterminado’) de Anaximandro. Bajo la faz de una divinidad cosmogónica semejante se esconde el concepto filosófico de un principio anterior a todo.

Ver mi escrito sobre el Caos

Polis

El termino polis expresa una sociedad idílica que queda como utopía referencial. Los griegos concebían la pólis como una cosa activa, formativa, que educaba la mente y el carácter de los ciudadanos. La pólis tuvo su origen en el deseo de justicia. El principio subyacente en la Polis era el de que los individuos no tienen ley, pero la pólis haría que se enderezaran. Se consideraba que la parte agraviada sólo estaría segura de obtener justicia si declarara sus ofensas a la pólis entera.

En la pólis la venganza privada se transforma en justicia pública. La pólis es el único marco en que el hombre puede realizar plenamente sus aptitudes espirituales, morales e intelectuales. La religión, el arte, los juegos, la discusión de grandes temas, todo ese animado cuadro resulta de necesidades del medio que solo podían ser satisfechas gracias a la pólis.

CIVITAS

Civitas era un término popular y ampliamente utilizado en la antigua Roma. podría significar, además de la nacionalidad establecida por la constitución legal de la ciudad-estado, o la res publica, el populus de esa res publica, los ciudadanos.

En la historia de Roma, la civitas, de acuerdo con Cicerón en la época de la República romana tardía, era el cuerpo social de los cives, o los ciudadanos, unidos por la ley (Concilium coetusque hominum iure sociati). Es la ley que los une, dándoles responsabilidades (munera), por un lado y los derechos de la ciudadanía por el otro.

El acuerdo (Concilium) tiene una vida propia, la creación de una res publica o "entidad pública" (sinónimo de civitas), en el que las personas nacen o son aceptadas, y que mueren o son expulsados. La civitas no es sólo el cuerpo colectivo de todos los ciudadanos, es el contrato que vincula a todos juntos, por lo cual cada uno es un civis.

En el ámbito del pensamiento occidental, la ciencia clásica se edificó sobre la filosofía griega y su búsqueda desesperada desde el origen del Orden frente al Caos inicial. Según nos cuenta Jaeger, Hesíodo recogió esta idea en sus poemas de la tradición oral: "en el principio era el Caos".

Posteriormente, para Platón y Aristóteles como para el Siglo de las Luces, la divinidad (Razón) se situará en el principio de ese orden estabilizador que utilizaba el mito, el símbolo y la magia como instrumento de neutralización de lo oscuro, lo imaginario y lo creativo en el hombre.

La Polis griega que surge en los siglos VIII y VII a. de C., resultó el lugar idóneo para ese conjuro de la naturaleza en un territorio y en una sociedad determinada, mientras el caos quedaba excluido, en el exterior de los muros que protegían la libertad del ----- en el interior.

Es entonces cuando se puede producir el paso progresivo de la Hybris,  a la Themis  y a la Diké (la ley y el equilibrio democráticos). De ese "principio de conservación del sentido" griego emanará el dualismo que ha fermentado posteriormente la religiosidad cristiana y la idea del poder político mismo, fundamentando la sociedad/individuo, público/privado, derecho natural/derecho positivo; en definitiva, la res cogitans/res extensa cartesiana como paradigma maestro que ha regido nuestro conocimiento.

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