7 de julio de 2010

John Henry McDowell


(1942, Sud África).


Ha sido profesor de filosofía en Oxford y ahora enseña en la universidad de Pittsburg. No obstante que ha escrito sobre, metafísica, epistemología, filosofía antigua y meta ética, su trabajo de mayor influencia ha sido en el campo de la filosofía de la mente y del lenguaje.
McDowell entiende que la filosofía es terapéutica y por lo tanto “deja todo tal como es”, lo que considera como una forma de quietismo filosófico.
    El filosofo quietista cree que la filosofía no puede hacer comentarios explicatorios sobre como, por ejemplo, el pensamiento y el habla se relacionan con el mundo, pero puede , ofreciendo redescripciones de casos filosóficos problemáticos, hacer que el filosofo confuso, regrese a un estado de quietud intelectual.
    Sin embargo, defendiendo esta perspectiva de quietud, McDowell se ha involucrado en el trabajo de importantes contemporáneos de modo tal de disolver terapéuticamente lo que considera un error filosófico, al igual que desarrolla tesis originales y distintas en relación al lenguaje, a la mente y a los valores. En cada caso, ha tratado de resistir los errores a que nos llevan, en su opinión, las tendencias filosóficas naturalistas.
    El trabajo inicial publicado de McDowell fue en filosofía antigua, incluyendo una traducción y comentarios del Teeto de Platón.
    En 1970, estuvo activo en el proyecto Davidsoniano de construir una teoría semántica del lenguaje natural. y co-editó con Gareth Evans[ 1] un volumen de ensayos titulados La verdad y el significado. McDowell editó y publicó el más influyente libro de Evans, Las variedades de la referencia (1982).
    En su trabajo inicial estuvo involucrado con el desarrollo del programa semántico de Davidson y con la disputa entre aquellos que consideraban el núcleo de la teoría que puede jugar el rol de una teoría del significado involucrando la comprensión de condiciones de verdad, y aquellos que como Michael Dummett, argumentaban que la comprensión lingüística debe, en su núcleo, involucrar la comprensión de condiciones de afirmación.
    Paralelamente a este trabajo sobre la mente y el lenguaje, realiza significativas contribuciones a la filosofía moral, especialmente debates meta éticos sobre la naturaleza de las razones morales y de la objetividad moral.

Teoría de los valores.
    McDowell desarrollo paralelamente la visión de lo que se denomina teoría del Sentido de la Moral, o sensibilidad. La teoría se desarrolla vía el mecanismo de un agente virtuoso: este agente tiene dos capacidades conectadas.
    - Tiene los conceptos correctos y la concepción correcta de los conceptos para pensar sobre situaciones en las que se encuentra, en relación a las creencias morales.
    - En segundo lugar, para este tipo de personas, las creencias morales están automáticamente cubriendo otras razones que pudiesen tener de modo particular: ellas silencian a las otras razones. Considera que este es el mejor modo para capturar la idea tradicional de que las razones morales son especialmente autoritativas. Mente y Mundo (1994)
    El posterior trabajo de McDowell reflejó la influencia de Rorty y Sellars [2] y, en particular, ambos, Mente y Mundo y las Lectures de Woodbridge se concentran en  comprender el sentido en que estamos activos aun en nuestra experiencia perceptual del mundo.
    Influenciado por el famoso diagnostico de Sellars del “mito de lo dado” en Empirismo tradicional, en el cual Sellars argumenta que el vacío causal del mundo externo sobre el juicio fallaba al proporcionar justificación, como solo algo con una estructura conceptual del tipo creencia-preferencia puede comprometerse con una justificación racional, McDowell trata de explicar como uno puede aceptar que somos pasivos en nuestra experiencia perceptual del mundo, mientras somos activos en como lo conceptualizamos.
    McDowell desarrolla un relato de aquello que Kant denomina “espontaneidad” de nuestro juicio en la experiencia perceptual, mientras trata de evitar la indicación de que el relato resultante tenga cualquier conexión con el idealismo.

Publicaciones.
     Muchos de los trabajos de McDowell estan coleccionados en Mind, Value and Reality (Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1998) y en Meaning, Knowledge, and Reality (Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1998).
     En 1991 dio las John Locke Lectures en Oxford. Una versión revisada fue publicada como Mind and World (Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1994; reimpresa con una nueva introducción en 1996). Es un trabajo importante, pero difícil, que provee un registro controversial de justificación empírica para las creencias, cubriendo algunas de las mismas bases de las criticas de Hegel a Kant, pero informadas por una profunda sensibilidad de los modos contemporáneos provenientes del naturalismo científico.

[1] Gareth Evans estudió filosofía, política y economía en Oxford (1964-67). Su tutor en filosofía fue Peter Strawson. Enseño en Oxford, Harvard y Berkeley (1968-69). Su libro The Varieties of Reference (1982) fue publicado póstumamente.
[2] Wilfrid Stalker Sellars (Mayo 20, 1912 - Julio 2, 1989) Fue el primer filosofo que combino efectivamente los elementos del pragmatismo Norteamericano con elementos de la filosofía analítica británica y norteamericana, y con el positivismo lógico austriaco y alemán. Sellars y Quine estan considerados como los filósofos mas importante y profundos de su generación.



Having the world in view
Harvard University Press, 2009 - 285 páginas
     Un momento crucial se produjo en la división del desarrollo entre la filósofía anglo-americana y la filósofía continental europea, cuando G.E. Moore y Bertrand Russell se rebelaron contra el "hegelianismo" de sus maestros e inauguraron  la tradición de la  "filosofía analítica". En este nuevo libro, John McDowell se basa en su muy discutido Mente y el Mundo. McDowell, que desde hace mucho tiempo ha llamado la atención por su nuevo enfoque a los problemas de la epistemología contemporánea, la filosofía del lenguaje y filosofía de la mente, conmocionó a algunos filósofos analíticos en Mente y el Mundo inspirándose no sólo de los filósofos analíticos, sino también de los filósofos continentales, en particular a Hegel.

    McDowell sostiene que las raíces de algunos problemas que plagan la filosofía contemporánea se puede encontrar en los temas que por primera vez percibió Kant, y que la mejor manera de comprenderlos es seguir estos problemas en la medida que son reformados en los escritos de Hegel y Sellars. Tener una visión global será un paso decisivo hacia la curación de las divisiones en la filosofía contemporánea, mostrando cómo los métodos centrales de las dos tradiciones están profundamente entrelazados y revelando cómo los filósofos en los dos campos todavía pueden aprender unos de otros.

Mind and World 
Harvard University Press, 1996 - 191 páginas 
    A la filosofía moderna le resulta difícil dar una imagen satisfactoria del lugar de las mentes en el mundo. En Mente y el Mundo, basado en las Conferencias 1991 John Locke,  McDowell ofrece su diagnóstico de esta dificultad y señala una cura. Al hacerlo, entrega la declaración más completa y ambiciosa, hasta la fecha, de sus propios puntos de vista, una declaración que nadie preocupado por el futuro de la filosofía puede darse el lujo de ignorar.
     John McDowell ilustra ampliamente un gran problema de la filosofía moderna - la insidiosa persistencia del dualismo - en su análisis del pensamiento empírico. Por mucho que nos gustaría concebir el pensamiento empírico lo más racionalmente basado en la experiencia, a cualquiera que trate de articular esta posición le esperan trampas, y McDowell expone estas trampas examinando el trabajo de filósofos contemporáneos desde  Wilfrid Sellars hasta Donald Davidson.
     Estas dificultades, según él, reflejan una comprensible - pero superable - incapacidad de ver cómo podemos integrar lo que Sellars llama “el espacio lógico de las razones" en el mundo natural. Lo que subyace a este punto muerto es una concepción de la naturaleza que tiene ciertos atractivos para la época moderna, una concepción que McDowell propone dejar a un lado, eludiendo así las dificultades filosóficas.     

    Al volver a una concepción premoderna de la naturaleza, pero manteniendo el avance intelectual de la modernidad que erróneamente ha sido considerada como dislocadora, deja espacio para una concepción plenamente satisfactoria de la experiencia como una apertura racional a la realidad independiente. Este enfoque también supera otros obstáculos que impiden una comprensión general satisfactoria de cómo estamos colocados en el mundo.
 

Mind, Value & Reality 
Harvard University Press, 2001 - 400 páginas
    Este volumen recoge algunos de los documentos importantes de John McDowell, escritos en varias ocasiones durante las últimas dos décadas. Un grupo de ensayos se ocupa principalmente de cuestiones en la interpretación de los escritos éticos de Aristóteles y Platón. Un segundo grupo de documentos contiene  tratamientos más directos de las preguntas de la filosofía moral que surgen naturalmente de la reflexión sobre la tradición griega. Algunos de los ensayos en el segundo grupo aprovechan las ideas de Wittgenstein sobre la razón en la acción, y se abren en el tercer grupo de documentos, que contiene las lecturas de los elementos centrales en la difícil obra posterior de Wittgenstein. Un cuarto grupo se ocupa de cuestiones de la filosofía de la mente y de preguntas sobre la identidad personal y el carácter especial del pensamiento en primera persona y el habla.

The engaged intellect: philosophical essays. 
Harvard University Press, 2009 - 343 páginas
    El intelecto comprometido  recoge importantes ensayos de John McDowell. Cada uno implica un compromiso sostenido con las opiniones de un filósofo importante y se caracteriza por una modestia que es parte temperamental y parte metodológica. Es típico de McDowell representar sus mejores ideas, ya sea como que ya se encuentran en los escritos de sus héroes (Aristóteles, Wittgenstein, Gadamer, y Sellars) o de manera concluyente que salen de una modificación caritativa de las opiniones de quienes como Anscombe , Sellars, Davidson, Evans, Rorty, Dreyfus, y Brandom son sometidas aquí a la crítica.
    McDowell por lo tanto desarrolla su propia imagen filosófica en estas páginas a través de un método de direccionamiento indirecto. El método es uno de intervenir en una dialéctica filosófica en una característica coyuntural -en la que es difícil evitar la sensación de que es necesario seguir avanzando. McDowell muestra cómo el progreso se logra mediante la preservación de lo que es más atractivo en las opiniones de aquellos a los que se encuentra en conversación, mientras que desarticula sus debilidades. A medida que práctica este método, lo que emerge a través del volumen es la unidad de puntos de vista propios de McDowell. La combinación de amplitud filosófica con la profundidad dialéctica de intrincados detalles argumentativos con la coherencia filosófica general marca a McDowell como uno de los filósofos más convincentes  de nuestro tiempo.

Las reseñas son traducciones personales de la reseña publicada por la editorial.


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